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La ejecutiva de IU de Madrid debate su futuro con pesimismo

Luis García Montero abandona la primera fila y Raquel López pide una asamblea extraordinaria

Elisa Silió
Luis García Montero votando  en el colegio Pi Maragall de Madrid.
Luis García Montero votando en el colegio Pi Maragall de Madrid. Carlos Rosillo

Izquierda Unida Madrid se ha quedado fuera del Ayuntamiento de Madrid y la Asamblea por primera vez en su historia, que se remonta a 1986 (antes con el PCE también estuvo) y estudia ahora su nueva estrategia. Hoy se reunirá su ejecutiva. Su relación es nula con la dirección nacional. Tan solo Cayo Lara llamó para solidarizarse con el candidato regional, Luis García Montero, tras la derrota.

Fuentes de la coalición muestran su “asombro” por los resultados obtenidos —4,6% en la Comunidad y un 1,7% en el Ayuntamiento—, fruto creen de “un ataque sin precedentes” de, entre otros, su candidato a La Moncloa, Alberto Garzón, que insistía en recordar que no reconocía la candidatura de Raquel López al Ayuntamiento.

Mantenerse fuera de las instituciones supone la tumba económica para IU, que arrastra ya en Madrid una deuda con la Seguridad Social de 1,8 millones de euros. Con un presupuesto anual de 1,2 millones, IU acumuló la mayor parte de sus deudas entre 2000 y 2009 al no abonar las retenciones del impuesto de la renta (IRPF) de sus empleados. Desde entonces, la formación está al día en sus cuentas por este concepto.

El domingo la aspirante municipal, Raquel López, cargó contra Alberto Garzón y reclamó a Lara que convoque con urgencia una asamblea extraordinaria para debatir sobre el futuro. Pero Lara advirtió el lunes que no está por la labor: “Sería un error. Quedan cinco meses para las elecciones”. IU se ha quedado fuera de otros tres Parlamentos autonómicos: Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia.

La intención de López es que Garzón —a quien acusa de haberle dinamitado la campaña— “coja la puerta” y abandone el partido por las “agresiones internas” a IU. Garzón, que en una entrevista en la cadena SER no quiso pronunciarse sobre este insulto, aboga por reconstruir Izquierda Unida “pensando en la gente que se ha marchado”. Es decir, en Tania Sánchez y Mauricio Valiente, ganadores de las primarias y hoy en proyectos de Podemos.

García Montero, que fue elegido por la dirección regional para relevar a Tania Sánchez, se mantendrá en la coalición, de la que es fundador, pero no tiene intención de seguir en la primera línea política. Tras el varapalo, en la noche del domingo dijo: “A partir de mañana seguiremos trabajando para que en noviembre haya una noche feliz [las elecciones generales]. No dimito de un cargo porque no tengo, soy un militante más, pero del compromiso no se dimite nunca”.

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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