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Seúl confía en que el acuerdo sobre el programa nuclear de Pyongyang lleve la paz a Corea

Corea del Sur celebró ayer el acuerdo alcanzado la víspera en Ginebra entre Estados Unidos y Corea del Norte sobre el programa nuclear del régimen estalinista de Pyongyang como un gran paso hacia la pacificación de la península. Un portavoz oficial aseguró que el compromiso relaja la tensión entre los vecinos y es un paso hacia el fin de la crisis en torno a la capacidad de Corea del Norte para producir armamento nuclear. "El acuerdo de Ginebra cimenta la posibilidad de lograr una solución al contencioso nuclear y permite mantener la paz y la estabilidad en la península", declaró un portavoz oficial de Seúl.El presidente estadounidense, Bill Clinton, también acogió con alegría el pacto y, a través de un comunicado, aseguró que su representante en las negociaciones ha recibido instrucciones para acudir el viernes a Ginebra y firmar el acuerdo definitivo.

El acuerdo consolidará la posición de Kim Jong II, hijo y heredero del Gran Líder del régimen de Pyongyang fallecido el pasado mes de julio, cuya capacidad para asumir el liderazgo en su país ha estado en entredicho hasta ahora.

El acuerdo de Ginebra prevé que Corea del Norte congele su programa de construcción de reactores de grafito y cierre el único reactor de esta clase que ahora funciona de forma experimental. Como contrapartida, Estados Unidos formará un consorcio internacional, que incluirá a Corea del Sur y a Japón, para proporcionar a Pyonyang reactores con agua ligera que generan una mínima cantidad de plutonio, la sustancia desviada para fabricar armamento nuclear.

Kim Young Sam, presidente de Corea del Sur, anunció ayer que Seúl se esforzará en mejorar las relaciones con su vecino del norte para entrar en "una nueva época".

Han Sung Jo, ministro de Exteriores surcoreano, se felicitó por el acuerdo y aseguró que "ayuda a preservar la paz en la península coreana que, a lo largo de los últimos 20 meses, ha estado gravemente amenazada en varias ocasiones".

La única queja emitida desde Corea del Sur hacia el contenido del acuerdo parte del hecho de que Washington no comenzará las inspecciones nucleares en las instalaciones de Pyongyang hasta que "piezas clave" de los nuevos reactores atómicos lleguen a Corea del Norte, algo que no está previsto que suceda antes de cinco años.

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