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ACCIDENTE

Un choque de trenes causa 13 muertos en Inglaterra

Las investigaciones apuntan como causa del siniestro la caída a las vías del tren de un Land Rover y su remolque cargado con un segundo vehículo. El 4x4 se salió de un puente de la autopista y cayó sobre un tramo de vía próxima a la aldea de Great Holke, en el condado inglés de North Yorkshire, a unos 250 kilómetros al norte de Londres. El conductor quedó ileso y tuvo, incluso, tiempo de avisar por teléfono móvil a la policía. Pero la llamada llegó tarde para hacer detener el tren de la compañía Great North Eastern Railway (GNER) que circulaba en ese momento a 200 kilómetros por hora con destino a Londres. 'Mientras hablabamos con él le oímos gritar: 'que viene el tren'. Escuchamos después el sonido de un golpe', confirmó el portavoz de la policía de North Yorkshire. La joven española también avisó a la policía con su teléfono móvil y evitó que un tercer tren llegara al lugar del accidente.

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El expreso embistió ambos vehículos hacia las seis de la mañana (las siete en la España peninsular) y, tras arrastrarlos unos metros por la vía, fue a su vez víctima de un segundo choque. Un tren de mercancías que transportaba carbón y viajaba en dirección contraria chocó contra la máquina y varios vagones hasta empotrarlos contra un puente. A consecuencia de la cadena de 'increíbles circunstancias', según el ministro británico de Transporte y viceprimer ministro, John Prescott, murieron 13 personas. La policía no descarta el rescate de nuevos cadáveres entre los restos de los vagones. GNER calcula que un centenar de pasajeros tomaron ayer el expreso Newcastle-Londres. Al margen de las víctimas mortales, 30 viajeros fueron hospitalizados y otros 45 necesitaron tratamiento de los servicios de emergencia. Entre ellos, Analía López Dacero, alicantina de 27 años que trabaja como azafata en el tren, que fue dada de alta a media mañana. Pero la tragedia pudo tener consecuencias aún más graves. Vagones descarrilados destrozaron un par de establos y a punto estuvieron de destruir una granja donde dormían sus propietarios. Los vecinos de Great Heck corrieron en socorro de las víctimas y organizaron un puesto de primeros auxilios.

Investigación

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'Es una tragedia particularmente espantosa que se añade a las abundantes pérdidas del brote de fiebre aftosa y a las recientes inundaciones', dijo la reina Isabel en un mensaje de pésame y solidaridad con las víctimas. El primer ministro británico, Tony Blair, prometió en la Cámara de los Comunes una 'investigación exhaustiva' sobre las causas del accidente. Para colmo, al final de esta trágica jornada murieron otras cinco personas y varias resultaron heridas cerca de Carmarthen, en País de Gales, en un accidente de tráfico.

El transporte ferroviario británico aún no se había recuperado aún de otro descarrilamiento en la misma línea, el pasado octubre, que causó cuatro muertes y llevó a la revisión de la práctica totalidad de la red. Esta vez, el doble choque no parece estar relacionado con el mal estado de las vías, los fallos en las señales de control o la falta de más mecanismos de emergencia en los trenes, causas que han provocado, desde 1997, cuatro accidentes y 50 muertes, excluidas las registradas ayer en North Yorkshire. El más grave de ellos tuvo lugar el 5 de octubre de 1999, cuando 31 personas murieron en un choque de dos trenes cerca de la estación londinense de Paddington.

Pero quedan cuestiones sin resolver y una explicación a la caída del Land Rover a la vía. Se cree que el vehículo patinó por las placas de hielo de la madrugada o que un pinchazo hizo perder el control al conductor. Ambas posibilidades no explican, sin embargo, cómo una autopista cuyo trazado cruza la red ferroviaria no cuenta con suficientes medidas protectoras.

Unos operarios revisan los desperfectos de la catástrofe tras el choque de ambos trenes.
Unos operarios revisan los desperfectos de la catástrofe tras el choque de ambos trenes.REUTERS

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