Chirac pide castigar al general que torturó en Argelia

El presidente de Francia, Jacques Chirac, se declaró ayer 'horrorizado' por las torturas y asesinatos masivos cometidos en Argelia por el general Aussaresses y pidió al ministro de Defensa que proponga sanciones disciplinarias contra el militar, que reivindica sus crímenes en un libro de reciente aparición. Aussaresses contraatacó con esta pregunta: 'Si mañana o todos los días estallaran bombas en París en estadios, cafés u otros sitios, ¿creen ustedes que el Gobierno, la policía y la justicia lucharían con los medios clásicos?'.

Mientras el libro inundaba las librerías, Chirac se decidió a actuar como jefe supremo de las Fuerzas Armadas. Entre sus facultades figura la de prohibir el uso del uniforme y ordenar al general su paso forzoso a la situación de retirado, a la que no ha llegado a sus 83 años porque se encuentra aún en la de militar a quien se podría movilizar en caso de guerra.

El comunicado difundido por Chirac pide igualmente a la Cancillería de la Legión de Honor, de la que el jefe del Estado es gran maestre, que suspenda a Aussaresses como miembro de la institución, cuyas insignias se consideran la más alta recompensa francesa. A ello se añade la reprobación moral: 'El presidente de la República condena de nuevo las atrocidades, los actos de tortura, las ejecuciones sumarias y los asesinatos que han podido cometerse durante la guerra de Argelia'.

Veinticuatro horas después de que el primer ministro, Lionel Jospin, hablara del 'repugnante cinismo' exhibido por el general, el pronunciamiento de Chirac suma reacciones a la condena encabezada por Le Monde. Lo que este periódico pedía es que se juzgaran los crímenes confesados por Aussaresses, mientras Chirac apunta a medidas disciplinarias que, dada la edad del militar afectado, sólo pueden ser simbólicas.

Amnistía Internacional quiere ir más allá: si Francia fue capaz de juzgar a los colaboracionistas del régimen de Vichy con los nazis, también debería iniciar un proceso judicial sobre la guerra de Argelia. Otras voces recuerdan que si se considera normal juzgar a Pinochet, debería hacerse lo mismo con quien expone sus crímenes en la plaza pública. La hermana de Larbi Ben M'Hidi, dirigente de la independencia de Argelia a quien Aussaresses reconoce haber ahorcado, piensa denunciar judicialmente al asesino de su hermano.

El general Aussaresses insistió ayer sobre las circunstancias de su intervención. 'A finales de 1956, el terrorismo sistemático del FLN [Frente de Liberación Nacional] había creado tal psicosis en Argel que el ministro residente en Argelia, Robert Lacoste, nombró al general Jacques Massu superprefecto de Argel con la misión de extirpar el terrorismo rápidamente y por todos los medios. Yo fui llamado para esto por Massu, sabiendo que, desgraciadamente, no se podía llegar a tal resultado sin ensuciarse las manos. (...) Cumplí durante seis meses la misión que me fue impuesta e hice lo que en 1957 me pareció que era mi deber'.

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