Registro de vehículos sin permiso y cacheos en público
El registro de vehículos sin permiso judicial, el cacheo de personas en lugares públicos y la conservación de los datos que poseen los proveedores de Internet son las nuevas medidas que incluirá el arsenal jurídico de Francia contra el terrorismo.
Las nuevas medidas autorizan a la policía y a los servicios privados de seguridad a practicar cacheos en aeropuertos, puertos, recintos deportivos, grandes almacenes y otros lugares públicos, que podrán efectuar la policía o servicios de seguridad privada habilitados para ello por las fiscalías. En realidad, los guardias privados ya practicaban el registro de vehículos, a base de invitar a los conductores a que les abrieran el portaequipajes, pero la nueva ley les autorizará más ampliamente a inspeccionarlos y abrirlos incluso sin presencia del dueño. Por supuesto, también podrá hacerlo la policía.
Mucho más imprecisa resulta la reforma legal sobre Internet, que prevé escuetamente la puesta a disposición de las autoridades de los códigos necesarios para descifrar las comunicaciones efectuadas a través de la Red en los casos de sospechas de terrorismo u otros delitos muy graves.
Toda la derecha apoya las propuestas presentadas por el primer ministro socialista, Lionel Jospin, aunque lamentan que no se aproveche la ocasión para ser mucho más duros.
Los comunistas, aliados de Jospin en el Gobierno, han criticado este proyecto principalmente porque legaliza la intervención de los servicios privados de seguridad sin permiso judicial expreso. Los Verdes protestan en todos los tonos contra 'esas medidas demagógicas, que no son más que un pretexto para participar en la puja por la seguridad lanzada por la derecha', según este partido.
Frente al alud de críticas, los defensores del proyecto aseguran que se trata de proteger la libertad de todos cortando el paso al terrorismo.
El recorte de las libertades no afecta a ninguno de los pilares básicos del sistema protegido por la Convención Europea de los Derechos Humanos.
