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GUERRA CONTRA EL TERRORISMO

Los soldados de EE UU se centran en la búsqueda de los dirigentes de Al Qaeda

Los 'marines' cierran todas las posibles vías de escape de Kandahar tras la rendición talibán

Las fuerzas estadounidenses desplegadas en territorio de Afganistán han redefinido sus prioridades. Tras la rendición de los talibanes en su último bastión, Kandahar, los marines norteamericanos se centran ahora en la búsqueda de los principales responsables de la red terrorista que dirige Bin Laden, Al Qaeda (La Base). 'Ya no buscamos combatientes talibanes, sino terroristas concretos, especialmente los de Al Qaeda', declaró ayer el capitán Stewart Upton, cuyos hombres llevan en su equipo fotografías de los principales dirigentes de la organización.

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Según declaró Upton, todos los oficiales de los marines norteamericanos de rango superior a sargento llevan consigo las fotografías de los hombres clave de Al Qaeda, la organización a la que EE UU responsabiliza de los ataques del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington. Sin embargo, no quiso detallar los nombres de estos dirigentes.

En estos días, los marines han estudiado desde los helicópteros todas las posibles vías de escape de la zona de Kandahar, incluidas las opciones a pie. Pero el Ejército norteamericano espera que sea mucho más complicada la búsqueda de los miembros de Al Qaeda que la derrota de los talibanes. 'Esperamos que los talibanes se den cuenta de que la guerra ha terminado, abandonen las armas y se vayan por donde han venido', declaró Upton. 'Somos conscientes de que Al Qaeda va a luchar hasta la muerte, y estaremos encantados de ayudarles a encontrarse con su destino', añadió.

Sin embargo, no quiso detallar si los marines habían capturado a algún miembro de Al Qaeda desde que comenzó la rendición final de los talibanes, el pasado jueves. Los marines, apoyados por unidades aéreas, mataron a siete 'enemigos' y destruyeron sus vehículos durante la noche del mismo jueves en los alrededores de Kandahar, pero los mandos no dijeron si eran combatientes de Al Qaeda o talibanes. Upton declaró que había un cierto número de civiles abandonando la ciudad, pero que ese tráfico de personas era 'flojo'.

Mientras, los marines continúan patrullando los alrededores de Kandahar, para sellar todas las posibles salidas de la ciudad, donde se cree que se esconde el máximo líder talibán, el mulá Mohamed Omar. El campamento de las tropas norteamericanas no ha vivido prácticamente ninguna situación de tensión. 'No ha habido mucha actividad en las últimas 24 horas, pero podría ser sólo la calma antes de la tormenta', dijo Upton.

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Entierro solemne

En la jornada de ayer, los soldados estadounidenses acampados en Camp Rhino, al sur de Afganistán, enterraron con honores a un combatiente de la milicia antitalibán que murió por 'fuego amigo'. El soldado afgano fue uno de los seis que murieron el pasado miércoles debido al error de un bombardero B-52 que acabó también con la vida de tres boinas verdes estadounidenses. La bomba, de una tonelada de peso y guiada pr satélite, hirió además a 20 estadounidenses y 18 afganos.

El combatiente antitalibán enterrado ayer, cuyo nombre no se hizo público por no haber encontrado aún a su familia, había luchado junto a los hombres de Hamid Karzai, recientemente nombrado para presidir el futuro Gobierno de coalición en Afganistán. Un musulmán ofició el funeral en árabe y el cuerpo fue enterrado de acuerdo al rito musulmán. Beau Higgins, un sacerdote católico también participó en la ceremonia: 'No conocíamos a este hombre, tampoco luchamos junto a él, pero estamos unidos por un objetivo común, la libertad'. 'Este luchador pagó el último sacrificio posible persiguiendo sus sueños. Ahora depende de nosotros asegurarnos de que su vida no fue en vano', sentenció en su oficio.

El capitán portavoz de los marines en Camp Rhino, Stewart Upton, declaró que si hubieran encontrado a la familia del combatiente la habrían llevado hasta la base para el entierro. Los marines dijeron ayer que entregarían a la familia un mapa con las coordenadas exactas de la tumba, al pie de una colina en Camp Rhino. También harán entrega del documento del entierro y los casquillos de las salvas con que le rindieron honores militares.

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