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Piqué califica de "muy seria y difícil" la crisis de Argentina

Rodríguez Saá no logra tranquilizar los mercados y las acciones caen hasta 10 puntos

El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, abandonó 'preocupado' Argentina, tras una visita de 36 horas, 'porque la situación es muy seria y difícil' y por la incertidumbre de las medidas adoptadas por el Gobierno que dirige Adolfo Rodríguez Saá. Piqué recomendó a las empresas españolas con intereses en Argentina que tomen medidas para asumir los costes de la crisis y 'ajusten sus comportamientos', porque 'todas van a tener que pagar los costes'. Piqué sostiene que sólo se pueden apoyar medidas heterodoxas 'si vemos el final de la película'.

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Tras entrevistarse con el presidente, algunos ministros y líderes peronistas como Carlos Ruckauf, gobernador de la provincia de Buenos Aires, Piqué admitió que sólo se pueden apoyar medidas heterodoxas como las que aprueba el Gobierno de Rodríguez Saá si se inscriben en un marco ortodoxo, 'sólo si vemos el final de la película'. Subrayó Piqué: 'No interesa que Argentina se instale en un marco de heterodoxia y anormalidad'.

Sin mucho convencimiento, dijo Piqué que las empresas españolas pueden estar más tranquilas, porque hay una voluntad de diálogo y respeto a las reglas de juego. Las señales que han dado algunos miembros del Gabinete de transición no son precisamente tranquilizadoras para dichas empresas, sobre todo las del sector servicios. El nuevo secretario de Hacienda, Rodolfo Frigeri, ha dicho que hay que discutir las tarifas. El titular de Trabajo, Oraldo Britos, ha señalado que su Gobierno pretende que las compañías de servicios públicos acepten la tercera moneda que entrará en circulación para el pago de tarifas en una relación de uno a uno con el dólar.

'La existencia de tres monedas es una heterodoxia', afirmó Piqué, y expresó su confianza en que se trate de una situación transitoria. Según el ministro, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos financieros internacionales están dispuestos a negociar lo antes posible, 'mejor en semanas que en meses', pero urge que el presidente Rodríguez Saá dé muestras de que tiene un plan coherente, global y de largo plazo para salir de la crisis. 'Existe el riesgo de que las medidas heterodoxas se agoten en sí mismas'.

Mercados desconfiados

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En tono diplomático, Piqué dijo atenerse a las declaraciones públicas del presidente, que ha asegurado que se mantendrá la convertibilidad y habrá elecciones anticipadas el 3 de marzo, pero no descartó ningún escenario. Pocos creen las dos promesas presidenciales. El ministro prefirió no opinar sobre la decisión del nuevo ministro de Justicia, Alberto Zuppi, de dar vía libre a la extradición a terceros países de los militares de la dictadura o, en caso contrario, juzgarlos en territorio argentino. 'Mantendremos un escrupuloso respeto a los procedimientos judiciales', se limitó a decir Piqué.

De momento, el nuevo presidente no trae la paz a los mercados financieros -las acciones líderes de la Bolsa de Buenos Aires cayeron hasta 10 puntos y la prima de riesgo estaba en 5.100 puntos- ni en las filas del Partido Justicialista, que ha recuperado el poder sin pasar por las urnas. El presidente pidió ayer la renuncia al designado presidente del Banco de la Nación, el analista económico David Expósito, quien ni siquiera había llegado a tomar posesión efectiva del cargo. Expósito se había atribuido la idea de emitir el argentino, una moneda no convertible que tal vez comenzará a circular a mediados de enero. Con ella la Administración afrontará el pago de salarios, pensiones y deudas a los proveedores.

Unas imprudentes declaraciones de Expósito, que hasta ahora sólo era conocido como presentador de dos programas de escasa audiencia dedicados a la actualidad económica en la televisión de pago, provocaron las críticas de todos los sectores y de los propios líderes del peronismo. Ayer por la mañana Eduardo Duhalde, presidente del congreso del partido y caudillo de la provincia de Buenos Aires, dijo que 'no debería seguir ni un minuto más en el cargo'.

Expósito comparó al argentino con las monedas internas que circulan en China y en Cuba, y propuso una emisión de 15.000 millones de esos papeles, un 50% más de la base monetaria estimada en pesos y el 75% más de las reservas en dólares que tiene el banco central. El ahora ex presidente del poderoso Banco de la Nación, el único que todavía administra el Estado argentino, admitió además que la nueva moneda seguramente saldría ya depreciada en más del 30% con relación al peso y el dólar, que supuestamente mantienen la paridad entre sí por la todavía vigente Ley de Convertibilidad.

El presidente Rodríguez Saá anunció en su discurso ante el pleno del Congreso la creación del argentino como una tercera vía ante la alternativa de dolarizar la economía o devaluar el peso, 'dos medidas que de un modo u otro afectarían aún más a los trabajadores'. La nueva moneda, garantizada con los bienes muebles e inmuebles del Estado como la Casa Rosada o las sedes de las embajadas del país en todo el mundo, debería tener una cotización flotante en el mercado y se mantendría vigente hasta que sea reemplazada en el futuro por la moneda común del Mercosur.

Alfredo Astiz, poco antes del comienzo del juicio mientras varios manifestantes exigen su condena.
Alfredo Astiz, poco antes del comienzo del juicio mientras varios manifestantes exigen su condena.ASSOCIATED PRESS

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