El temor al voto xenófobo domina las elecciones locales en Holanda
Cerca de un 61% de los votantes holandeses, según las primeras estimaciones, eligieron ayer a 9.000 candidatos de 458 municipios en unos comicios dominados por la presencia de Pim Fortuyn, el recién llegado con ideas racistas que ha revolucionado la escena política nacional. El tirón electoral de un hombre que empieza a ser temido por la coalición gubernamental, formada por el partido socialista PvdA, el liberal VVD y el de centro izquierda D66, convirtió una cita en general poco vistosa en un ensayo de las legislativas previstas para el 15 de mayo.
Aunque todas las agrupaciones con representantes locales negaron que de estos resultados pudieran extraerse conclusiones de 'ámbito parlamentario', todas han tratado de perfilarse como las representantes de la Holanda más unida en su pluralidad social.
La importancia del voto de los inmigrantes quedó plasmada ayer con el primer colegio electoral abierto nunca en una mezquita. El templo era de Rotterdam, ciudad de Fortuyn, que agotó la jornada estrechando sonriente manos de votantes procedentes de minorías étnicas y rechazando las acusaciones de xenofobia proferidas a gritos por grupos de manifestantes que le rodearon antes de depositar su voto.
