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Relevo en el comité interno que investiga los casos de abusos en EE UU

El obispo John McCormack, acusado de participar en una política de oscurantismo para esconder escándalos de abusos sexuales en la Iglesia católica de EE UU, ha sido relevado de su cargo al frente de la comisión interna que se encarga de investigar esos casos. En teoría, su relevo se justifica en que desea dedicar más tiempo a su diócesis de New Hampshire; en la práctica, su salida es una tímida demostración de buenas intenciones justo antes de la visita de los obispos estadounidenses al Vaticano.

El Comité sobre Abusos Sexuales se creó en 1993 ante los varios casos surgidos entre las 194 diócesis del país. Poco tiempo después, el comité redactó una serie de recomendaciones para este tipo de casos; se pedía actuar con rapidez ante acusaciones creíbles y, por encima de todo, comunicar a las autoridades cualquier delito sexual cometido por un sacerdote.

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Sin embargo, el comité está públicamente acusado de haber establecido una estrategia de encubrimiento para tapar las acusaciones o entorpecer las investigaciones. El propio McCormack está acusado formalmente en una demanda por proteger a sacerdotes acusados de pederastia.

El obispo McCormack es uno de los ideólogos del sistema con el que la Iglesia católica de EE UU se enfrentaba a estas denuncias: los cambiaba de unas parroquias a otras incluso entre diferentes estados, lo que complicaba cualquier acción legal contra ellos. En las últimas semanas, el obispo ha pedido disculpas por el daño causado por los sacerdotes, pero ha insistido en que nunca ha trasladado a un sacerdote a un lugar 'en el que pudiera hacer daño'.

Otro miembro del comité, el obispo John Gaydos, está también acusado de encubrimiento en la demanda contra el sacerdote Anthony O'Connell, que dimitió como obispo de Florida después de reconocer que había abusado de un estudiante en un seminario hace más de dos décadas. O'Connell fue nombrado obispo de ese estado a pesar de que su diócesis había pagado secretamente 1,2 millones de dólares para cerrar extrajudicialmente la demanda contra él por un delito que había reconocido.

Un tercer miembro del mismo comité, el obispo auxiliar de Cleveland, James Quinn, aparece también mencionado en las demandas, aunque no por su implicación sino por sus ideas: en un discurso de 1990 sugirió que la Iglesia debe esconder en la Embajada vaticana -protegida por inmunidad diplomática- los archivos y las investigaciones internas sobre sacerdotes acusados de abusos sexuales. El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de EE UU ha anunciado también que el comité va a sumar dos miembros más hasta un total de siete.

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