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La derecha abre negociaciones para formar Gobierno en Holanda

La Lista Pim Fortuyn matiza su radicalismo para entrar en el Ejecutivo

Isabel Ferrer

El día después de unas elecciones legislativas solía producir cierto desencanto en Holanda. Ahora, sin apenas transición, las emociones de la consulta popular han dado paso a negociaciones entre los partidos de derecha para formar una coalición gubernamental estable. El trauma del asesinato de Pim Fortuyn ha cambiado también este aspecto de la vida política nacional. Ahora nadie quiere perder el tiempo.

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El que tiene más prisa es Jan Peter Balkenende, líder de la vencedora democracia cristiana, CDA. Ayer advirtió a la Lista Pim Fortuyn, segunda en los comicios, que debe organizarse pronto si pretende formar parte del Gabinete de centroderecha que se perfila tras la estruendosa derrota socialista.

'Está claro que los ciudadanos quieren otro tipo de política, pero habrá que ver cómo actúa la Lista Fortuyn durante las discusiones. La personalidad del nuevo presidente y sus propuestas resultarán esenciales para decidir', dijo Balkenende, que evitó cualquier otra alusión directa a un partido de extrema derecha que no existía hace tres meses. Mat Herben, antiguo portavoz de la Lista y recién elegido su cabeza visible, hizo votos por mantener la estabilidad y presentó su designación como el factor que evitaría futuras crisis internas.

Los primeros análisis políticos publicados anoche en Holanda sugerían, por otra parte, que al tratarse de unos principiantes, los miembros de la Lista aceptarían cualquier pacto con tal de entrar en el nuevo Gabinete y serían 'fáciles de controlar'. Una cosa es cierta, la idea matriz de Fortuyn de cerrarle la puerta a la inmigración ha reaparecido de forma muy sutil en las primeras declaraciones de los segundos vencedores de los comicios. En lugar de hablar de cuotas o formas de integración, João Varela, número dos de la candidatura, ha preferido reclamar las carteras de Sanidad, Integración e Interior, en caso de entrar en el Gobierno.

En la posible coalición de centro derecha que se intenta organizar habría un tercer partido, posiblemente los liberales de derecha del VVD. Figuraban en el derrotado Gobierno de centroizquierda saliente y han perdido 15 escaños, quedándose con 23, pero ello no impide que se les vuelva a llamar para equilibrar la situación y conseguir una mayoría holgada. Un acuerdo entre el CDA, la Lista Pim Fortuyn y el VVD dispondría de 92 escaños de los 150 del Parlamento. Cualquier otro arreglo forzaría la presencia del vencido partido socialista o de los verdes (Groen Links), algo más difícil de aceptar para Balkenende, que, de todos modos, asegura estar abierto a todo.

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Mientras estos tres grupos analizaban el aspecto de la próxima coalición y se preparaban para visitar a la reina Beatriz, que debe nombrar un informador, el mediador en las conversaciones para formar Gobierno, los socialistas trataban de recuperarse del durísimo golpe recibido. Arrojados al saco de la oposición después de ocho años en el poder, lo primero que hizo su truncado aspirante a primer ministro, Ad Melkert, fue asumir toda la responsabilidad y apoyar a su sustituta, Jeltje van Nieuwenhuizen. La nueva presidenta de los socialistas tiene 58 años, era la portavoz parlamentaria y en las felicitaciones de ayer nadie aclaró si su nombramiento es temporal o seguirá al frente del partido durante la próxima legislatura.

También dejó la jefatura de su grupo Hans Dijkstal, líder del VVD. Le sustituye Gerrit Zalm, que era ministro de Finanzas en el Gabinete de Wim Kok, primer ministro dimisionario.

Mat Herben, en el centro con gafas y bigote, el nuevo presidente de la Lista Pim Fortuyn.
Mat Herben, en el centro con gafas y bigote, el nuevo presidente de la Lista Pim Fortuyn.EPA

Un ex periodista sucede a Fortuyn

'Si Pim hubiera vivido, habríamos ganado las elecciones', dijo Mat Herben, de 49 años y nuevo presidente de la Lista Pim Fortuyn, poco después de saber que el partido se había convertido en la segunda fuerza política de Holanda. Antiguo periodista y durante algún tiempo portavoz del Ministerio de Defensa, Herben ha sucedido ahora a su ídolo y ha escogido a dos vicepresidentes para que le arropen. El primero es João Varela, número dos de la candidatura electoral y uno de los pocos rostros reconocibles de la nueva agrupación. La misma ha aprovechado sin rubor el hecho de que sea un inmigrante en un partido considerado xenófobo. El otro vicepresidente es Ferry Hoogendijk, amigo del líder asesinado y ex redactor jefe del semanario Elsevier. En dicha publicación forjó Fortuyn su fama de columnista provocador. Nombrado su portavoz particular desde el principio, Herben estuvo en contacto directo con la prensa y solía mostrarse muy combativo. En ocasiones no tenía reparos en alzar la voz si creía que su jefe era insultado. Mucho más seguro de sí mismo durante el periodo en que transmitía los mensajes de otro que ayer, al anunciar su propio ascenso, Herben admiraba sin reservas a Fortuyn. Afirmaba que poseía un 'corazón de oro'. Considerado también menos dúctil que el fallecido, la noche de las elecciones criticó al primer ministro saliente, Wim Kok, por haber advertido del 'peligro' de votarles. 'Las listas de espera sanitaria que padecemos: eso es lo peligroso', clamó. Ayer hablaba ya de la necesidad de alcanzar pronto un consenso para gobernar, tarea para la que se siente dispuesto.

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