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Varsovia aguarda las decisiones de Zapatero

El primer ministro polaco, Leszek Miller, asistirá hoy en Madrid al funeral de Estado por las víctimas del atentado del pasado día 11. Además de hablar con su gran aliado José María Aznar se entrevistará con José Luis Rodríguez Zapatero, cuyos anunciados cambios en política exterior han dejado descolocada a Polonia en la UE y en Irak. "Quiero conocer la posición del Gobierno español cuanto antes para ver en qué es diferente de la de Aznar", dice Miller. El triunfo socialista ha roto el eje Madrid-Varsovia, que trataba de crear una alternativa a la clásica entente franco-germana en la construcción europea y establecer un núcleo duro favorable a Estados Unidos. También hubo cooperación antiterrorista: España alertó en diciembre a Varsovia sobre sospechosos, que luego fueron expulsados de Polonia.

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Los resultados electorales del día 14 causaron estupefacción en Varsovia. "La retórica electoral del PSOE era clara, pero el éxito no era probable", apunta Alekxander Kwasniewski, el presidente socialdemócrata polaco. Ocurrido lo improbable, Kwasniewski ya sabía lo que iba a suceder con respecto a las tropas españolas que sirven en Irak bajo mando polaco. "Me presentaron el plan oficialmente durante mi visita a España", explica. "No es una sorpresa".

"Nunca firmamos nada"

No es una sorpresa, pero los planes de Zapatero crean nuevos desafíos a la política exterior polaca, que descansaba en la alianza con Madrid. En particular en las discusiones sobre la Constitución, con la cerrada defensa del reparto de poder pactado en 2000 en Niza, que mantenía a Polonia y España casi a la par que los otros cuatro grandes. "Nunca firmamos nada. No hay eje", asegura el presidente. "Niza va más en interés de España que de Polonia. Algunos me decían que era ridículo que fuéramos juntos cuando España se iba a beneficiar de los fondos estructurales hasta 2013".

Miller habló por teléfono con su correligionario Zapatero la pasada semana. "Es difícil percibir bien por teléfono la posición del Gobierno", reconoce. De ahí la necesidad de la entrevista cara a cara. "Mi impresión es que el futuro Gobierno no puede separarse mucho de la posición de Aznar, que no era una posición personal sino del Gobierno de España. Vamos a ver". Sin embargo, la diplomacia polaca ya propugna el compromiso sobre el futuro orden constitucional, al igual que España. "Todas las propuestas serán analizadas con interés", adelanta. "Puede que algunas que parezcan inaceptables al final sean aceptadas".

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Polonia intervino desde el primer momento en la ocupación de Irak, en lo que ha sido considerado como una pequeña inversión de Varsovia en seguridad para garantizarse el apoyo de EE UU en cualquier eventual crisis. El precio a corto plazo ha sido que Polonia haya sido identificada como posible objetivo por Osama Bin Laden.

Kwasniewski considera que la eventual retirada española de Irak, que obligaría a Polonia a más esfuerzos, desestabilizará el proceso de normalización en Irak. Miller responde con frialdad al reto: "Los partidos de izquierda en Europa están divididos sobre Irak. Es muy difícil tener una posición común. La del PSOE es fruto de sus creencias y no de presiones externas. Hay que respetar esa opinión ¿Quién tiene razón? Esperemos unos años para saberlo".

"No debemos dar la impresión de que los terroristas deciden elecciones", agrega. "Sería la victoria del terrorismo. Lo que Europa necesita es más cooperación e intercambio de información". En navidades, el Gobierno español informó al polaco sobre determinados sospechosos que entraron en Polonia, algunos de los cuales fueron detenidos y deportados.

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