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MATANZA EN MADRID | La investigación policial

La policía busca a un ex militar egipcio experto en demoliciones

Jorge A. Rodríguez

Las fuerzas de seguridad tratan de averiguar el paradero del egipcio Rabei Osman El Sayed Ahmed, de 33 años, por su presunta implicación en los atentados de Madrid. El Sayed es un ex militar experto en explosivos, ya que fue jefe de un equipo de demoliciones del Ejército de Egipto, y posteriormente recibió entrenamiento terrorista en Afganistán, según fuentes de la investigación. En los tres meses anteriores a la matanza fue "la sombra" de Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, El Tunecino, pero, días antes de los atentados, desapareció. No se descarta que sea uno de los tres fallecidos sin identificar de Leganés.

Rabei Osman, conocido como El Egipcio, supuestamente ocupa un papel relevante en la organización Al Qaeda en Europa y tiene relaciones con el marroquí Amer el Azizi, quien también ocupa un papel destacado en la división europea de la red de Osama Bin Laden. Precisamente, El Tunecino mantuvo una reunión con Azizi en Turquía, a finales de 2002 o principios de 2003, como también se reunió en dicho país el marroquí Said Berraj (buscado por el 11-M) con tres miembros de Al Qaeda.

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Gente de confianza

Las investigaciones policiales han permitido determinar que El Egipcio estuvo al frente de una célula durmiente sirio-egipcia, que luego se reunificó en torno a El Tunecino. Dos personas de confianza de Rabei Osman son Basel Ghalyoun, nacido en Homs (Siria) el 25 de febrero de 1980, y Fouad El Morabit Amghar (nacido hace 28 años en Nador, Marruecos). Estos dos últimos fueron detenidos en Ugena (Toledo) el 25 de marzo pasado, pero ambos tenían fijada su residencia en la calle de la Virgen del Coro, en Madrid.

Ghalyoun fue reconocido por dos testigos en los trenes atacados. El 9 de marzo dejó su casa y su trabajo en Madrid y al día siguiente del atentado dijo que se iba a Marruecos al entierro de una hermana, que luego se comprobó que no tenía. Las huellas dactilares de El Morabit se encontraban en la casucha sita a caballo entre los municipios de Morata de Tajuña y Chinchón, donde se montaron las bombas y se activaron los teléfonos móviles utilizados como temporizadores. Ahora está en la cárcel tras su tercera detención por el 11-M.

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El Egipcio profesaba la doctrina denominada Takfir Wal Hijra, muy radical y que predica el combate de los no creyentes y los politeístas, según las fuentes consultadas. El vídeo amenazante localizado en Leganés hay una referencia al "hadiz de Mahoma que se desentendió de los musulmanes que conviven con los politeístas".

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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