Acuerdo unánime en la ONU sobre Irak
Bush y Blair aseguran que la resolución ayudará a llevar la democracia y la estabilidad a la región
Los 15 países del Consejo de Seguridad de la ONU aprobaron anoche por unanimidad la resolución 1.546 sobre Irak presentada por EE UU y el Reino Unido. En ella se saluda la transición a la democracia y el fin de la ocupación y se establece que "un Gobierno provisional totalmente soberano e independiente" asumirá el poder a partir del 30 de junio. La fuerza multinacional bajo mando unificado seguirán en Irak "a petición del nuevo Gobierno" y hasta que expire el proceso político "o antes, si lo pide el Gobierno". Y se establecerá una "asociación plena" entre el mando y el Ejecutivo "mediante una estrecha coordinación y consulta" que permita los acuerdos, incluso sobre "operaciones ofensivas sensibles", el punto más complicado en el debate.
La resolución saluda la transición a la democracia y el fin de la ocupación
Las 15 manos alzadas aprobaron por unanimidad la 1.546 y dos anexos -una carta del primer ministro, Ayad Alaui, y otra del secretario de Estado, Colin Powell- que detallan la coordinación para asuntos de seguridad y la visión de EE UU y el Gobierno iraquí, que cuenta ahora con la legitimidad de la que carecía el Consejo provisional. Las concesiones y la intensa actividad diplomática de los últimos días han permitido que la ONU asuma un papel dirigente en la transición iraquí, que se internacionalice la responsabilidad de la reconstrucción y que se dé un paso notable en la superación de la crisis abierta por la guerra.
Desde Georgia, el presidente Bush, anfitrión del G-8, celebró la unanimidad: "La votación de hoy es una gran victoria para los iraquíes " y "demuestra que estamos al lado del pueblo iraquí", dijo. "Había quienes creían que no íbamos a conseguirla. Envía el mensaje de que los países del Consejo están interesados en trabajar juntos para que Irak sea libre, pacífico y democrático" y sirva "como catalizador del cambio en Oriente Próximo", aseguró. Cuatro países del G-8 (Francia, Alemania, Rusia y Canadá) ya han dicho que no enviarán tropas a Irak, pero el presidente de EE UU no le dio mayor importancia: "Confío en que cada uno contribuya como crea conveniente". El primer ministro británico, Tony Blair, valoró como "un hito" la resolución: "Tenemos que superar las divisiones del pasado y unirnos ante la visión de un Irak moderno, democrático y estable. Es bueno no sólo para los iraquíes sino para toda la zona y el mundo entero".
La cuestión discutida hasta el último minuto se centró en el grado de control del Gobierno iraquí sobre las operaciones de la fuerza multinacional. EE UU e Irak incorporaron como anexos dos cartas en las que se comprometen a establecer "una alianza total entre las fuerzas iraquíes y la fuerza multinacional mediante una coordinación y consulta estrechas". Francia, respaldada por Alemania y otros países, quería que constara -en el texto, no sólo en las cartas- que "el Gobierno interino tendrá la autoridad sobre las fuerzas armadas y de seguridad iraquíes, y para decidir sobre su participación en la operaciones de la fuerza multinacional", y que sería necesario su acuerdo "para las operaciones ofensivas sensibles": un derecho de veto en la práctica. Francia y Alemania retiraron sus reservas al aceptar EE UU que constara en el texto el control iraquí sobre sus propias tropas y la "asociación plena" de coordinación sobre operaciones militares polémicas.
El compromiso admite que Irak "está facultado para comprometer fuerzas de seguridad iraquíes a la fuerza multinacional" y asume que se pondrán en pie "los foros para que el Gobierno y las fuerzas lleguen a un acuerdo sobre toda la gama de cuestiones fundamentales de seguridad y de política, incluida la política sobre operaciones ofensivas sensibles, y garantizarán una asociación plena entre las fuerzas de seguridad iraquíes y la fuerza multinacional mediante una estrecha coordinación y consulta".
La calculada ambigüedad no explica qué ocurriría en caso de desacuerdo, pero fue suficiente. Aunque el Gobierno francés no quedó "totalmente satisfecho", según su ministro de Exteriores, Michel Barnier, votó a favor, igual que Alemania. El canciller alemán, Gerhard Schröder, aseguró que la nueva resolución aportará "más estabilidad" y "más oportunidades" al pueblo iraquí. El ministro iraquí de Exteriores, HoshyarZebari, dijo en Nueva York: "La importancia de la resolución es eliminar el concepto de ocupación, que es la razón por la que hemos tenido tantas dificultades después de la liberación del 9 de abril de 2003". La resolución admite la sugerencia de Rusia de convocar, a petición del Gobierno iraquí, una cumbre internacional para respaldar el proceso, y las propuestas de España, Brasil y Chile por las que se reitera "el derecho del pueblo iraquí a determinar su futuro político y a ejercer plena autoridad y control sobre sus recursos económicos y naturales".