_
_
_
_
_
Reportaje:OFENSIVA TERRORISTA CHECHENA | Los niños rehenes

Madres con coraje

Varias mujeres optan por permanecer en la escuela con sus hijos mayores tras enviar a sus bebés al exterior

Escenas de júbilo se vivieron ayer en la ciudad norosetia de Beslán, que desde el martes vive la peor pesadilla de su historia. Los primeros liberados -26, entre mujeres y niños- pusieron en movimiento a los cientos de parientes que en la plaza frente a la escuela Número Uno esperan, algunos resignados y otros desesperados por su impotencia, cualquier noticia que salga del recinto en el que un comando suicida retiene a más de 300 rehenes. Sonrisas y lágrimas hubo en muchos rostros cuando el primer soldado, con un pequeño en brazos, apareció entre la multitud.

La mayoría de los liberados son niños de entre meses de edad y tres años, que pudieron salir gracias a que el general Ruslán Aúshev, héroe de Afganistán y ex presidente de Ingushetia, intervino en las negociaciones. Tiene un enorme prestigio entre todos los caucásicos, separatistas chechenos incluidos. Sólo una niña de los pequeños liberados está en edad escolar: Valeria Gafúrofa, de siete años. Los padres rodearon los coches a los que los soldados de camuflaje y con chalecos antibalas subieron con los niños en brazos para llevarlos a los hospitales, con el fin de que fueran examinados por médicos.

Más información
Los terroristas liberan a los primeros rehenes
Más de 200 muertos en el asalto policial a la escuela tomada por terroristas chechenos

Verdaderos dramas se desarrollaron en el interior de colegio cuando los terroristas, que están armados hasta los dientes y han amenazado con matar a 50 escolares por cada guerrillero abatido y a 20 por cada herido, permitieron la liberación de los primeros rehenes. Así, la señora Tsakáyeva-Púshkina, que el 1 de septiembre había ido a dejar a sus dos hijos con su bebé recién nacido, decidió quedarse en el recinto. No pudo abandonar a sus niños escolares, por lo que decidió entregar el bebé a Yulia Selijánova, de 26 años, que salió con sus dos pequeños. Otra mujer, Raya Yuzhekévich, entregó a una conocida a Diana Azíyeva, pequeña de dos años de la que es niñera, mientras que ella misma permaneció en el colegio con sus hijos.

La pesadilla para los padres, hijos y familiares que acudieron al colegio el martes -día en que en Rusia arrancaba el año escolar con ceremonias solemnes en todas las escuelas del país- comenzó en medio de lo que debería haber sido una fiesta, cuando los secuestradores vestidos de negro, encapuchados y armados hasta los dientes, irrumpieron a tiros en el patio. Algunos niños no entendieron lo que pasaba al ver de pronto correr a unos hombres armados. Sólo cuando empezaron a disparar huyeron espantados.

Después de obligar a entrar en el colegio a los que estaban en el patio festejando el primer día del año escolar, en el que -ironías del destino- en Rusia los profesores acostumbran a dar una clase sobre la importancia y el significado de la paz, los secuestradores decidieron separar a adultos y niños, encerrando a estos últimos en el gimnasio, que se encuentra a un costado del edificio principal.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El que los terroristas se hayan negado a aceptar alimentos ha sorprendido a muchos, pero el relato de uno de los liberados explica el porqué: en la escuela, donde los niños comen habitualmente, había productos alimenticios, que se han estado repartiendo. Y debido al carácter festivo del primero de septiembre puede que hubiera más comida que de costumbre.

Afuera, los policías tuvieron que retener por la fuerza a muchos padres, que desesperados, querían entrar voluntariamente a la escuela para poder compartir el destino de sus hijos. Ahora lo único que ruegan es que el presidente Putin cumpla lo prometido y no ordene el asalto del colegio. Pero incluso si lo hace podría tener dificultades. Un policía osetio dijo que mataría a quien dé esa orden: "Tengo un hijo allí dentro".

Un soldado traslada en brazos a un bebé hacia el exterior del colegio asaltado, seguido por una mujer con un niño también liberados.
Un soldado traslada en brazos a un bebé hacia el exterior del colegio asaltado, seguido por una mujer con un niño también liberados.EFE
Una mujer con un niño en brazos llora en el momento de ser liberada del secuestro en una escuela de Beslán.
Una mujer con un niño en brazos llora en el momento de ser liberada del secuestro en una escuela de Beslán.ASSOCIATED PRESS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_