_
_
_
_
_

Lula asegura que el asesinato en Brasil de una monja estadounidense no va a quedar impune

Juan Arias

Brasil está conmocionado por el asesinato a sangre fría de la religiosa católica estadounidense Dorothy Stang, de 73 años, que el sábado recibió tres tiros en la cabeza en el municipio de Anapa, en el Estado de Pará. La fallecida era miembro de la Comisión Pastoral de la Tierra, una institución del episcopado que defiende la causa de los trabajadores rurales.

La religiosa llevaba 20 años trabajando en dicha región, en la defensa de las causas medioambientales, oponiéndose a la invasión de tierras de los grileros -buscadores de diamantes-, a quienes denunciaba con gran valentía. Fue asesinada al salir de casa.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que el crimen no va a quedar impune y pidió al ministro de Justicia, Thomas Bastos, que sea la policía federal la que se encargue de las investigaciones. El mandatario envió al lugar del crimen a la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, y al secretario de Derechos Humano, el ministro Nilmario Miranda. Éste ya ha informado de que se conocen los nombres de los dos pistoleros que acabaron con la vida de la religiosa y del probable inductor del crimen, que sería uno de los hacenderos interesados en la ocupación ilegal de las tierras.

Más información
Reabierta en Brasil la causa por el asesinato de una monja estadounidense

El episcopado de Brasil, empeñado históricamente en la defensa de las causas sociales, criticó con dureza el asesinato de la hermana Dorothy. Recordando "que es la primera vez, durante el Gobierno de Lula, que se asesina a un miembro de la Comisión Pastoral de la Tierra", los obispos afirman que se sienten "sorprendidos, chocados e impotentes ante tanta brutalidad". Y añaden, en una nota oficial: "Si la vida de una religiosa anciana e indefensa es arrancada de esta forma, ¿cómo serán tratados los trabajadores y trabajadoras del campo?". La nota concluye que la religiosa es "un mártir más de los que mueren injustamente en la defensa de los trabajadores más desposeídos y pobres".

Ciudadana de honor

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Dorothy Stang, que era ciudadana de honor de la localidad en la que trabajaba y que había recibido, por su trabajo social, el premio de la Asociación de Abogados de Brasil, acababa de denunciar que cuatro trabajadores del campo habían sido amenazados de muerte y que ella misma había recibido varias veces amenazas de muerte.

El Estado de Pará está considerado el más violento del país en invasiones ilegales de tierras por parte de empresas sin escrúpulos y es el Estado que cuenta con más asesinatos en la lucha por las tierras. Entre 1985 y 2001, el 40% de las 1.237 muertes violentas de trabajadores rurales en Brasil acontecieron en dicho Estado.

En opinión de Miranda, el ministro de los Derechos Humanos, la religiosa estadounidense, vista por la comunidad como una enamorada de Brasil y una gran animadora social, "era un mito, una persona considerada símbolo en la lucha por los derechos humanos en Pará. Una mujer y religiosa valiente, sin miedo".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_