_
_
_
_
_

Villepin refuerza su imagen al cumplir 100 días de poder

Para celebrar sus 100 días en la jefatura del Gobierno, el primer ministro francés, Dominique de Villepin, acudió ayer a la localidad de Beauvais, en el departamento de Oise, para visitar una escuela de formación profesional y decidió enfrentarse a un piquete de sindicalistas que le recriminaban sus medidas para flexibilizar el mercado de trabajo. Con este gesto populista, Villepin parecía proclamar lo que los últimos sondeos apuntan: la mayoría de los franceses aprueba su gestión, y se convirtió en una competencia real frente al ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, para heredar el liderazgo de la derecha.

El presidente Jacques Chirac, por su parte, cumplía su sexto día ingresado en el hospital militar de Val-de-Grâce, mientras aumentan las críticas hacia el secretismo que rodea su "leve accidente cerebral". Desde el lunes no ha habido ningún comunicado médico. Ayer le visitó su esposa Bernadette. El portavoz del Gobierno, Jean-François Copé, insistió en que "Chirac volverá rápidamente al Elíseo", aunque sin dar una fecha concreta. Copé reivindicó la "transparencia total" que el Ejecutivo mantuvo sobre la salud del jefe del Estado y criticó "los rumores que han ido más allá de la indecencia". Fuentes del Elíseo desmintieron ayer que Chirac tenga problemas de habla, como aseguraban algunos de los rumores que circulan por París. El diario Le Monde aseguraba ayer que el presidente abandonará el hospital mañana o pasado y que hablará en público cuando salga.

Más información
Villepin anuncia medidas para fomentar "el tercer hijo" y la reinserción de la mujer
Chirac rehúsa revelar sus intenciones para 2007 a 10 meses para el fin de su segundo mandato

Villepin, por su parte, explicó que había hablado por la mañana con Chirac y que el jefe del Estado "desea salir del hospital". Preguntado sobre si consideraba que había conseguido su objetivo de devolver la confianza a los franceses en sus primeros 100 días de Gobierno, el primer ministro esquivó la respuesta. "En todo caso he recreado las condiciones para que vuelva la confianza", dijo. Y en una alusión un tanto extemporánea a la sorda batalla repleta de golpes bajos que mantiene con Sarkozy, añadió: "Hay que concentrarse sobre lo esencial sin dejarse llevar por polémicas estériles".

Las últimas cifras económicas abren un resquicio para el optimismo, especialmente las del desempleo, que bajó de la barrera del 10% a un 9,9%. Pero el otoño caliente que anunciaba la izquierda ya empieza a tomar forma. Las cinco centrales sindicales anunciaron ayer que llegaron a un acuerdo para celebrar una jornada de movilización contra el Gobierno el 4 de octubre. Los esfuerzos de Villepin por erigirse en el defensor del modelo social francés, por situarse en un centro gaullista, chocan con los pronunciamientos por una reforma radical de corte liberal que proclama el ministro del Interior y presidente de la UMP Nicolas Sarkozy.Durante los 20 meses que faltan para la elección presidencial, aseguró ayer Villepin, él seguirá "fielmente la dirección marcada por el presidente de la República".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_