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EL FUTURO DE EUROPA

Un partido franco-británico

Comprometerse a revisar el presupuesto dentro de tres años en lugar de los siete que fijan las perspectivas financieras (2007-2013 para el próximo periodo) se convirtió ayer en la única moneda de cambio posible para los países que piden al Reino Unido una reducción y modificación sustancial del llamado cheque británico. En un platillo de la balanza de Bruselas, lo que Londres está dispuesto a ceder en el dinero que recibe desde 1984 para compensar sus escasos ingresos agrícolas de la UE. En el otro, la fecha en la que Francia y el resto de potencias agrícolas -incluida España- están dispuestos a renegociar la política agrícola común (PAC), en principio intocable hasta 2014, como pactaron los jefes de Estado y de Gobierno en 2002.

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El tira y afloja entre el cheque y la cláusula de revisión, protagonizado por Francia y Reino Unido, dominó la segunda jornada en la que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE debían pactar el presupuesto de los próximos siete años. "No podemos jugar al partido franco-británico", había advertido esta semana el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, a modo de anuncio de lo que iba a suceder.

Respecto a la cláusula de revisión, los Veinticinco lograron ponerse de acuerdo al menos en dos cuestiones. Primero, en que sea la fecha que sea la elegida para volver a abrir la caja de los truenos del presupuesto, la revisión será global, es decir, se pondrán en cuestión tanto los gastos como los ingresos de la UE. Y segundo, la cláusula de revisión deberá contar con el apoyo unánime de todos los Estados miembros para que entren en vigor los cambios.

Cláusula de revisión

Durante todo el día de ayer, los jefes de Estado y de Gobierno trabajaron en la redacción de la cláusula de revisión, el llamado "segundo elemento de la negociación", tratando de encontrar las palabras justas que permitieran contentar a los negociadores -y a sus respectivos votantes- y comprometer lo menos posible a los Estados. Londres propuso que la UE se sentara a redefinir sus presupuestos nuevamente en 2008. A Francia y a Polonia no les importa tanto la fecha de revisión como el momento en que esta debía entrar en vigor. Los países agrícolas defienden que no sea antes de 2014.

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Pero el primer ministro británico, Tony Blair, considera que siete años son demasiados para que la UE continúe invirtiendo el 40% de su presupuesto en la política agraria. "Hay que poder revisar el presupuesto y adecuarlo a la realidad, tal y como está quedando claro en Hong Kong", sostuvieron ayer fuentes británicas. Las fuentes hacían referencia a la cumbre en la que los socios de la OMC están exigiendo a la Unión que rebaje las ayudas a sus productos agrícolas. Los británicos no pierden además la ocasión de azuzar el miedo al gigante chino. Para Londres, la expansión comercial asiática convierte en imperativa la modernización de las economías europeas. Y esa modernización, según ellos, pasa por desmantelar parcialmente el apoyo que la UE presta a la agricultura.

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