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Al Qaeda potencia el conflicto civil

Ángeles Espinosa

Estados Unidos acusó de inmediato al grupo de Al Qaeda en Irak del atentado contra la Mezquita Dorada de Samarra. Antes incluso de que la policía pudiera recoger muestras del explosivo, todos sus portavoces mencionaban al grupo de Abu Musab al Zarqaui. "La acusación tiene fundamento", admite un estudioso de los movimientos islamistas en la zona. "El ataque responde a la filosofía que Al Zarqaui describía en una carta a la dirección de Al Qaeda interceptada hace dos años, cuando se detuvo a Hasan Gul", explica. En aquella misiva, el terrorista jordano indicaba que estaban perdiendo la guerra y para dar la vuelta a la situación habían optado por potenciar el conflicto civil.

"La situación ahora es similar", interpreta la misma fuente, "ya que una parte del movimiento insurgente suní ha dado un paso hacia la integración y el juego político, restándole fuerza a la resistencia". Según esa teoría, los radicales habrían optado por la desestabilización total. "En un país fragmentado, los terroristas esperan hacerse con una nueva base para Al Qaeda", concluye el experto, que reconoce que se trata de meras especulaciones.

La autoría del atentado, como sucediera con el que costó la vida al ayatolá Mohamed al Hakim en el verano de 2003, no ha sido reclamada por ningún grupo. Tanto Ansar al Sunna como el Consejo de los Muyahidin (una alianza de grupos terroristas que incluye al grupo de Al Zarqaui) operan en Samarra y se han atribuido recientes ataques contra las fuerzas iraquíes y estadounidenses en la zona. En este caso, el Consejo ha responsabilizado a los dirigentes chiíes. "Los muyahidin declaran que el ataque ha sido urdido por el Gobierno apóstata de Al Yafari e (...) Irán, para encubrir los crímenes que cometen contra los [suníes] musulmanes", afirma el comunicado difundido en Internet.

Puede tratarse de una intoxicación, pero otros observadores también señalan la profesionalidad del ataque como prueba de que sus autores pudieron ser especialistas del Ejército de Sadam Husein. Tal posibilidad apuntaría hacia una radicalización de la resistencia nacionalista, hasta ahora contraria a los ataques sectarios.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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