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Siete coches bomba estallan en Bagdad en una ofensiva insurgente

Diecinueve iraquíes murieron y decenas resultaron heridos ayer en diferentes ataques en todo el país. Ocho de las víctimas mortales se produjeron en siete atentados con coche bomba en Bagdad. Además, fueron descubiertos en la capital los cadáveres de 32 policías asesinados a sangre fría.

Esta nueva ofensiva de violencia de la insurgencia se produce cuando, tras cuatro meses de parón político, el primer ministro designado, Jawad al Malaki, prepara un Gobierno de concentración nacional en el que tratará de integrar a representantes de las diferentes facciones chií, suní y kurda.

El nuevo primer ministro, un chií, tiene un plazo máximo de 30 días para presentar su Gabinete ante el Parlamento, pero fuentes de su partido indicaron que no pensaba agotarlo. "Todo lo que queremos es seguridad y un barrio seguro en el que podamos ver crecer a nuestros hijos", aseguró Wael Jamis, un comerciante iraquí de 44 años, en el lugar donde se produjo una de las explosiones, expresando un deseo que comparten la mayoría de los iraquíes. "El nuevo Gobierno es nuestra última esperanza", agregó.

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Los atentados con coche bomba en la capital se produjeron en un breve espacio de tiempo y de forma coordinada. Dos vehículos estallaron en la Universidad de Bagdad y mataron a cinco personas, mientras que un tercero mató a tres civiles en las inmediaciones del Ministerio de Sanidad. Otros cuatro coches bomba en diferentes puntos de Bagdad produjeron decenas de heridos. Además, siete civiles residentes en el barrio de Doura, de población mixta, murieron en diferentes enfrentamientos armados.

Aparecen 32 cadáveres

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En Tikrit, la ciudad natal de Sadam Husein y de donde procedía la mayoría de los dirigentes de su régimen, miembros de la insurgencia asaltaron una comisaría y asesinaron a cuatro policías. En uno de los macabros hallazgos que se han convertido en habituales en Irak, las fuerzas de seguridad encontraron 32 cadáveres, todos ellos de policías de Ramadi, con un tiro en la nuca. Los cuerpos fueron encontrados en dos zonas diferentes, una cerca de Abu Ghraib, localidad situada en la carretera que une Bagdad con Faluya y Ramadi, dos de las ciudades iraquíes donde la insurgencia suní es más activa, y otra en un barrio de Bagdad.

Desde el pasado 22 de febrero han sido hallados cerca de 2.000 cuerpos, maniatados y a veces mutilados, asesinados por escuadrones de la muerte chiíes y suníes que operan sobre todo en la capital.

Por otra parte, la defensa de Sadam Husein presentó ayer su lista de testigos ante el tribunal que juzga al ex dictador iraquí, mientras que un alto responsable estadounidense aseguró que el veredicto del proceso por una matanza de chiíes en los años ochenta se conocerá a principios de agosto.

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