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Columna
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Los zurdos

Manuel Rivas

Nos cuentan que son las fuerzas moderadas las que están en contra de las reformas de Evo Morales en Bolivia. Es verdad, yo las veo con mucha templanza, muy comedidas. Los gobernadores afines a esta derecha super-democrática, que ejercen en los territorios más ricos, llaman a la desobediencia civil y a la ruptura con las regiones pobres. He ahí a los discípulos de Gandhi frente al fiero imperialista, el indio Morales. Muestra de la templanza con que actúan una parte de estos moderados fue la apertura, durante la protesta, de las cárceles en la zona que controlan. Los presos, como era su obligación, huyeron. Pero al día siguiente muchos se lo pensaron mejor, y, por lo que contaban las crónicas, se presentaron en las puertas de las prisiones. Allí permanecieron largo tiempo, esperando ser devueltos a los calabozos. Aquellos presos representaban el orden, la responsabilidad, la auténtica templanza. Los moderados conservadores también despojaron de sus pertrechos a los policías, que decidieron en protesta recluirse en sus cuarteles y no salir hasta que los amantes de la propiedad privada les devolvieran sus herramientas. Estas fuerzas moderadas, a quienes casi nadie afea la conducta, se niegan a ocupar sus escaños en la Asamblea Nacional y a debatir la reforma de la Constitución, demostrando así que el tal Morales es un dictador, pese a su anuncio de someterla a referéndum. Hablando de referéndum y fuerzas moderadas, podemos ver en YouTube cómo un grupo de genuinos demócratas venezolanos hostigan en el colegio electoral al demoníaco ministro de Cultura, Farruco Sesto, arquitecto, poeta e hijo de exiliados españoles perseguidos por Franco. ¡Qué suerte, por fin, derechas democráticas, bien educadas, en A mérica Latina! ¡Qué se dejen de viejos estereotipos esos boludos que le hacen la cama a los macacos! A ver si se enteran de una vez en Europa esos zurdos huevones.

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