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Las FARC liberan a cuatro rehenes tras seis años en la selva

Uno de los ex cautivos asegura que Ingrid Betancourt "tiene problemas físicos y está muy maltratada por la guerrilla"

Eran parlamentarios y llevaban seis años secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Gloria Polanco, de 46 años, Luis Eladio Pérez (50), Orlando Beltrán (43) y Jorge Eduardo Géchem (56) fueron liberados ayer con la mediación del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

"Estaba muerta en vida", declaró Gloria Polanco
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Ayer, por fin, la delegada de la Cruz Roja Internacional en Bogotá, Bárbara Hinterman, pudo anunciar: "Los cuatro están liberados; están en nuestras manos". Con cuatro ramos de flores silvestres regresó a la libertad Gloria de Polanco. Mientras abrazaba a los miembros de la delegación humanitaria repetía entre lágrimas: "estaba muerta en vida". En sus gestos, en sus palabras, se mezclaban dolor y alegría profunda. El momento de liberación en la selva, en el que se ve a los guerrilleros, fue retransmitido por la televisión venezolana Telesur.

Los rehenes liberados por las FARC llegaron ayer pasadas las seis de la tarde (23.30 en la Península) al aeropuerto Internacional de Maiquetía, cercano a Caracas y se reunieron con sus familiares. Uno de los liberados, Luis Eladio Pérez, contó que sobrevivió a un infarto, a tres comas diabéticos, una parálisis de riñón y otras enfermedades. "Ahora lo que me importa es que liberen a los demás secuestrados, especialmente a Ingrid Betancourt, que está en una condición supremamente difícil", informa Clodovaldo Hernández.

Pérez pudo conversar unos cinco minutos con Betancourt el pasado 4 de febrero. "Hay que hacer algo, [Betancourt] tiene problemas físicos y está muy maltratada por la guerrilla", dijo por teléfono a radio Caracol de Bogotá, informa Efe.

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El operativo para liberarlos había empezado a mediodía en Colombia, cinco de la tarde en España. El Ejército tenía orden de no actuar contra la guerrilla hasta última hora de la tarde de ayer, para permitir el repliegue del comando guerrillero que acompañó a los liberados.

Dos helicópteros venezolanos con emblemas de la Cruz Roja habían partido por la mañana desde la localidad venezolana de Santo Domingo hacia el municipio colombiano de San José del Guaviare, fronterizo con la selva colombiana. Ramón Rodríguez Chacín, ministro del Interior venezolano, era el único que conocía las coordenadas del sitio exacto donde aguardaban los rehenes.

La delegación llegó a un claro de selva; cuando caminaban por un sendero aparecieron los liberados; los cuatro avanzaban con los ojos entrecerrados. Se notaba que llevaban días sin ver la luz del sol. Jorge Géchem, extremadamente delgado, envejecido, agotado, caminaba con dificultad; lo ayudó en una bajada llena de troncos Luis Eladio Pérez.

Las FARC afirmaron en un comunicado que ésta ha sido su última liberación unilateral. Añadieron que, a partir de ahora, sólo liberarán a los 40 rehenes que consideran canjeables si el Gobierno despeja dos municipios para negociar durante 45 días los términos de un acuerdo humanitario.

Imagen de televisión en la que una guerrillera (izquierda) se despide con flores de la rehén Gloria Polanco.
Imagen de televisión en la que una guerrillera (izquierda) se despide con flores de la rehén Gloria Polanco.AFP

La gota que colmó el vaso

A Gloria de Polanco y Jorge Eduardo Géchem se los llevaron las FARC en dos operativos que marcaron hitos en la historia del conflicto colombiano. Gloria, de 46 años, fue sacada de su apartamento, junto a dos de sus tres hijos adolescentes, en medio de un secuestro masivo en un edificio de Neiva, ciudad al sur de Bogotá, en julio de 2001. Sus hijos regresaron tres años después tras el pago de un jugoso rescate. Poco después Gloria se enteró en la selva del asesinato de su esposo, el senador Jaime Polanco, en una emboscada de las FARC. La guerrilla anunció que se había tratado de "un error".

El 20 de febrero de 2002, Jorge Eduardo Géchem, de 56 años, volaba desde su natal Neiva a Bogotá para presidir la Comisión de Paz del Senado. El avión fue obligado por los guerrilleros a aterrizar en una carretera y se llevaron a Géchem. Fue la gota que colmó el vaso del Gobierno colombiano, presidido entonces por Andrés Pastrana. Esa noche Pastrana dio por terminado el proceso de paz con la guerrilla iniciado tres años atrás.

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