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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¿Primer paso en falso del BCE?

Juan Ignacio Crespo

El Banco Central Europeo (BCE) acaba de anunciar que podría subir su tipo de interés de referencia en el mes de julio. Como reacción, el Euríbor a un año (es decir, el tipo al que se prestan entre sí los bancos en ese plazo y que también se utiliza para fijar los tipos de interés hipotecarios) subió al 5,4%. ¿Es esto lo que quería conseguir el BCE? Si la respuesta es afirmativa estaríamos en otra discusión. Pero si no lo es; si lo que quiere es que, como parecía hasta hace bien poco, el Euríbor / año esté alrededor de 4,5%, lo que tendría que hacer es, no ya subir, sino bajar el tipo de intervención del 4% al 3,5%.

Con un anuncio que parece pregonar transparencia, el BCE no sólo ha sembrado la duda sobre cuáles son sus verdaderas intenciones, sino que ha provocado de rechazo una subida del tipo de interés de la libra esterlina y del dólar en Europa. El BCE podría haber dado su primer gran paso en falso.

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La posible subida de tipos dispara el Euríbor al 5,4%, el máximo histórico

Desde que se inició la crisis del crédito los bancos centrales han realizado toda clase de maniobras para intentar que los tipos de interés del mercado interbancario bajasen del nivel muy elevado en el que estaban. Algunos, como la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra, lo han conseguido en términos absolutos (por vía de reducir su tipo de referencia para el plazo de un día en el mercado entre bancos) pero no han logrado evitar que el tipo de interés de sus respectivas monedas en el plazo de un año esté un punto por encima del que es su objetivo para el tipo diario. Tampoco, éste sin tocar los tipos, lo ha logrado el BCE.

¿A qué se debe esta anomalía? A que, en conjunto, los bancos europeos ni quieren (por desconfianza) ni pueden (por estar al límite de sus posibilidades) prestarse entre sí, además de a razones técnicas, como la propia manera (ahora cuestionada) de fijar el tipo del Euríbor.

Como consecuencia, la política monetaria del BCE está resultando mucho más restrictiva de lo que parece formalmente, quitándole fuerza a la economía. Más aún si se tiene en cuenta la apreciación del 20% del euro frente al dólar desde que comenzó la crisis.

¿Quiere esto decir que el BCE haya estado actuando de manera inadecuada? En absoluto, al menos hasta esta semana. Es más, se podría afirmar que su actuación había resultado magistral al combinar de manera original y heterodoxa la utilización de las diversas herramientas de que dispone. Así, ante el dilema convencional de bajar los tipos de interés o dejarlos como estaban, había optado por dejarlos en su sitio pero proporcionando toda la liquidez que los bancos demandaran, salvando al sistema del colapso pero manteniendo intacto su compromiso antiinflacionario. Es más, ha llegado tan lejos que ha terminado asumiendo una función que en EE UU desempeñan diferentes organismos de apoyo al crédito hipotecario sin equivalente en Europa. Este enfoque novedoso, y fundamentalmente acertado, le valió a su presidente, Jean Claude Trichet, el que el Financial Times le calificara como "banquero del año 2007".

Todo parece haber cambiado hace dos días. Ahora ya no es tan claro que quiera un tipo anual por debajo del 5%, ya que para ello lo adecuado sería bajar el de referencia hasta el 3,5% de modo que, al sumar a esta cifra el 1% de diferencia que viene habiendo últimamente entre el tipo a un día y el tipo a un año, obtendría el 4,5% deseado.

Pero, si bajara el tipo de referencia del 4% al 3,5%, ¿le acompañaría el Euríbor del año desde el 5,4% hasta el 4,4%? Nadie podría garantizarlo, pero a favor de que así ocurriera está la experiencia de las últimas bajadas de tipos de referencia del dólar y la libra: en ambos casos la diferencia de tipos de interés entre un año y un día se ha mantenido casi idéntica a como era antes de reducirlos, pero el nivel absoluto de los tipos de las dos monedas es ahora más bajo. Y eso, es precisamente lo que se trataba de conseguir. Al menos hasta esta semana.

Juan Ignacio Crespo es director europeo en Thomson Reuters.

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