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La carrera hacia la Casa Blanca | Convención Republicana

El Partido Republicano enseña su rostro más radical

Los ex rivales de McCain se unen en un duro ataque contra Barack Obama

En las primarias fueron contrincantes. Pero los tres principales competidores contra John McCain por la nominación del Partido Republicano se unieron el miércoles en un duro ataque contra lo que bautizaron como "la prensa liberal", contra la izquierda, contra Washington y contra el candidato demócrata a la presidencia de EE UU, Barack Obama.

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Olvidados los tiempos del conservadurismo compasivo, Rudolph Giuliani, Mike Huckabee y Mitt Romney imprimieron un tono radical a la Convención de Saint Paul y acusaron al senador por Illinois de falta de firmeza ante el terrorismo islamista y de atesorar menos experiencia ejecutiva que cualquiera de los dos miembros de la candidatura republicana.

"Los demócratas han renunciado a ganar la guerra de Irak y han renunciado a América", dijo el ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani. En una severa crítica al Partido Demócrata, dijo que en su Convención, en Denver, "raramente mencionaron los ataques del 11 de septiembre de 2001. Viven un estado de negación respecto a la mayor amenaza que vive nuestro país".

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El ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee acusó a Obama de ser el candidato que pondrá a Estados Unidos "en riesgo en un mundo peligroso". Mitt Romney, por su parte, aportó puntos del ideario neoconservador al asegurar que los republicanos son los únicos que creen "en la distinción entre el bien y el mal", mientras Obama "duda y se doblega" ante el terrorismo.

Giuliani defendió a McCain como "un soldado de a pie en la revolución conservadora de Reagan". De hecho, los tres ex candidatos le atribuyeron a McCain el rol de defensor del legado del célebre presidente republicano de los años ochenta. "El camino adecuado es el que lideró Ronald Reagan hace 30 años y que ahora recorrerán John McCain y Sarah Palin", dijo Romney, que fue gobernador de Massachusetts entre 2003 y 2007.

En su intervención, este político mormón unió directamente la presidencia de George W. Bush a la candidatura de McCain. "Bush definió a los Estados que patrocinan el terrorismo como lo que son: un eje del mal", afirmó, en una defensa de la tradición neoconservadora de los años más recientes del Partido Republicano. "El islamismo radical y violento es el demonio, y debemos vencerlo".

"Queremos pasar de un Washington liberal a un Washington conservador", dijo Romney, en tono desafiante. "Los liberales cambiarían la sociedad de las oportunidades por la dependencia de la caridad del Gobierno", dijo, detallando a continuación un ideario económico netamente republicano: "El camino adecuado consiste en reducir el gasto del Gobierno, en bajar los impuestos, en exterminar las grandes regulaciones y los mandatos, detener las tasas a las empresas y enfrentarse al apetito de tiranosaurio de los sindicatos".

Tanto Romney como Giuliani acusaron a los demócratas de la crisis energética que vive EE UU. Ambos defendieron la propuesta de McCain de abrir las costas estadounidenses a más perforaciones petrolíferas. "Es el Congreso liberal el que nos hace más dependientes de los tiranos de Oriente Próximo", dijo el ex gobernador de Massachusetts.

Los discursos de los tres ex candidatos fueron, también, una defensa de la experiencia política de Sarah Palin y un encendido ataque personal contra Obama y su compañero de candidatura, Joe Biden. " tiene ya más experiencia en un puesto ejecutivo que toda la candidatura demócrata", dijo el ex alcalde de Nueva York. "Ha sido alcaldesa, y sabéis cómo me gusta este trabajo. Lo siento, Barack, si [el puesto de alcaldesa] no es lo suficientemente glamuroso", dijo.

Los tres antiguos adversarios se sometieron obedientemente a la disciplina de partido en sus comparecencias. Sólo uno, el ex gobernador de Arkansas y ministro baptista Mike Huckabee, reconoció entre risas que, al principio, hubiera querido ser él quien leyera el discurso de aceptación de la candidatura el jueves por la noche. Pero el Huckabee del miércoles fue un ariete más en la táctica de acoso y derribo diseñada por el estratega electoral Steve Schmidt, amigo personal de Karl Rove y arquitecto de la campaña de McCain. "Sarah Palin obtuvo más votos como alcaldesa de Wasilla, Alaska, que Joe Biden en su candidatura a la presidencia", dijo.

Fue Huckabee quien más se cebó con "los medios elitistas" por subrayar diversas polémicas en las que Palin se ha visto envuelta recientemente. La prensa, dijo, "ha hecho algo que parecía imposible de conseguir: unir al Partido Republicano y a todos los estadounidenses en apoyo del senador McCain y la gobernadora Palin".

John McCain y Sarah Palin, en el escenario de la Convención de Saint Paul tras el discurso de la aspirante a la vicepresidencia.
John McCain y Sarah Palin, en el escenario de la Convención de Saint Paul tras el discurso de la aspirante a la vicepresidencia.REUTERS

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