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Tensión en Irán

Los iraníes mantienen el pulso con el poder

El candidato reformista dice que participará en la jornada de luto - La protesta se extiende a las principales ciudades del país

Ángeles Espinosa

Mir Hosein Musaví, el candidato reformista derrotado en las elecciones presidenciales del viernes, mantiene su pulso con el régimen iraní. En abierto desafío al líder supremo, Alí Jamenei, que le ha pedido que canalice sus protestas por la vía oficial, ayer reiteró la exigencia de que se repitan los comicios, y convocó para hoy una jornada de luto nacional por los que han muerto -ocho personas confirmadas oficialmente- en la represión. Cientos de miles de sus seguidores participaron ayer en una gran concentración silenciosa, por tercer día consecutivo, en la céntrica plaza de Teherán.

"Queremos una manifestación pacífica para protestar por las irregularidades de las elecciones y conseguir nuestro objetivo de que se anulen los resultados", asegura Musaví en su página web. En el texto, reclama "unos nuevos comicios presidenciales que no repitan el vergonzoso fraude de los anteriores". También aclara que la oferta del Consejo de Guardianes de recontar los votos de algunas urnas es insuficiente, porque ese órgano de supervisión no es neutral.

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Las protestas se han extendido a otras ciudades como Isfahán, Mashhad y Tabriz, donde ha habido decenas de detenciones.

El reelegido presidente, Mahmud Ahmadineyad, que regresó ayer de Moscú, volvió a reiterar que los comicios habían sido "ejemplares". Pero muchos iraníes no lo creen así y por eso acuden en tromba a las concentraciones de protesta, a pesar de la prohibición oficial y el riesgo de ser detenidos. En un gesto significativo de la polarización del país, seis de los 11 jugadores de la selección nacional de fútbol iraní lucieron ayer muñequeras verdes durante la primera parte de su enfrentamiento contra Corea del Sur. El verde es el color que identifica a los seguidores de Musaví. La televisión estatal, que recibía la imagen de satélite desde Seúl, no pudo evitar que millones de iraníes vieran ese testimonio. Luego, en el descanso, recibieron orden de quitárselas.

La protesta de mañana, sin embargo, estará marcada por el luto. Musaví recuerda que durante los últimos días varias personas han fallecido a resultas de la represión "ilegal y violenta" de las protestas. "Pido a la gente que exprese su solidaridad con las familias de las víctimas acudiendo juntos a las mezquitas, o participando en manifestaciones pacíficas", solicita antes de precisar que participará personalmente en la jornada de luto.

El Ministerio de los Servicios Secretos ha elevado a ocho el número de muertos en los enfrentamientos que se produjeron el pasado lunes tras la marcha de apoyo a Musaví, entre sus partidarios y un contingente de milicianos basiyís. La nueva cifra está incluida en el informe presentado ayer ante el Comité de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento sobre los sucesos, informó PressTV. En una muestra más de lo caldeado del debate, un parlamentario ultraconservador, Ruhollah Abbaspur, atacó a uno reformista, Amir Taherjani, tras discutir de los resultados electorales durante la sesión plenaria de la Cámara.

Entre tanto, el Ministerio del Interior se ha visto obligado a abrir una investigación sobre el ataque a la residencia estudiantil de la Universidad de Teherán por parte de policías y basiyís. El día anterior, el presidente del Parlamento, el conservador moderado Ali Lariyaní, condenó el ataque y pidió responsabilidades al Gobierno. También el rector, Farhad Rahbar, solicitó que se investigara "la entrada de personas no autorizadas en el campus". La ley iraní prohíbe a la policía cruzar las verjas de la universidad sin el permiso de las autoridades académicas.

La gravedad del incidente, que se produjo en la madrugada del lunes, se evidenció ayer cuando emergió una grabación realizada por los propios estudiantes. Las imágenes, tomadas con un teléfono móvil, muestran a varios civiles armados con palos que rompen las ventanas de la residencia y se ensañan con los universitarios. Curiosamente, este vídeo, como otros grabados en otros puntos del país, se ve con mayor facilidad fuera que dentro de Irán, ya que las autoridades han reducido el ancho de banda de Internet para dificultar el flujo de información con el exterior y el acceso a las webs donde los estudiantes los cuelgan con gran paciencia.

Gracias a esos testimonios se han podido conocer incidentes violentos que, con la prensa internacional vetada para salir fuera de sus oficinas y los periodistas locales sometidos a censura, nunca se hubieran visto. Las restricciones oficiales corren el riesgo de provocar un efecto opuesto al buscado. Los incidentes violentos salen a la luz fuera de contexto y sin que se pueda verificar ni su autenticidad ni su autoría.

En una nueva vuelta de tuerca al deseo de impedir que se conozca el alcance del descontento, los Pasdarán, el ejército ideológico del régimen y una de las bases de su poder, emitieron un comunicado en el que amenazan con acciones legales a aquellas webs y blogueros que difundan cualquier contenido que "cree tensión". La interferencia de ese cuerpo, en un área claramente fuera de sus competencias, ha sido interpretada como una advertencia a los activistas. El texto, difundido por la agencia IRNA, acusa a esas páginas de estar respaldadas por Gobiernos occidentales. De igual forma, el Ministerio de Exteriores injurió ayer a los periodistas extranjeros acusándoles de ser "portavoces de los amotinados".

En la primera confirmación oficial de que las protestas no se limitan a Teherán -en Mashad, al noreste de la capital, y Tabriz, al oeste del país, se han producido decenas de detenciones-, el fiscal general de Isfahán, en el centro de Irán, advirtió ayer que quienes están causando disturbios podrían ser condenados a la pena capital. "Advertimos a esos pocos activistas controlados desde el exterior que tratan de enturbiar la seguridad nacional e incitan a otros a destruir, que según el código penal islámico la condena para quienes hacen la guerra a Alá es la muerte", declaró Mohammad Reza Habibí, citado por la agencia Fars.

Desde que los medios estatales recogieran por primera vez el domingo las manifestaciones de descontento con el resultado electoral, la versión oficial asegura que grupos de gamberros, alentados desde fuera del país, se dedican a destruir la propiedad pública y privada. Mientras, prosiguen las detenciones de reformistas (ayer les tocó al economista Saeed Leylaz y al politólogo Hamid Reza Jalaiepur) y se ha lanzado una campaña de desprestigio contra quienes apoyan a Musaví. El diario oficialista Iran ha acusado al ex presidente Mohamed Jatamí de haberse entrevistado antes de las elecciones "con una delegación estadounidense afiliada con un organismo de seguridad".

Partidarios del candidato reformista Musaví se manifiestan en Teherán, en una imagen suministrada por la agencia 
oficial de noticias Fars.
Partidarios del candidato reformista Musaví se manifiestan en Teherán, en una imagen suministrada por la agencia oficial de noticias Fars.AP
El Gobierno de Ahmadineyad ha restringido a la mitad la capacidad de la banda ancha en Irán para evitar el envío de material audiovisual al exterior a través de la red. Internet se ha convertido en el principal instrumento de movilización de la oposición, que ha denunciado un fraude masivo en las elecciones presidenciales del pasado viernes, que otorgaron una victoria rotunda al presidente conservador Mahmud Ahmadineyad.El control de la información se disparó el pasado martes, después de que el Gobierno vetara a los medios extranjeros en las calles de la ciudad, por lo que internet se ha convertido en la única herramienta de comunicación con el exterior.Pese a las restricciones, los iraníes están acostumbrados a buscar servidores y proxy en el extranjero para tratar de eludir la censura gubernamental.Vídeo: AGENCIA ATLAS

LAS FUERZAS IDEOLÓGICAS DEL RÉGIMEN

Guardianes de la Revolución

- Fueron fundados por el ayatolá Jomeini tras el triunfo de la revolución en 1979 y son conocidos popularmente como Pasdarán (guardianes, en farsi).

- Son un cuerpo de élite, formado por unos 120.000 miembros, con gran influencia política y económica.

- Forman parte del Ejército iraní y cuentan con una división naval, fuerzas del aire y tierra, y servicios de espionaje.

- Sus competencias son la vigilancia de las fronteras, la seguridad interna y el control de los misiles estratégicos.

- Su comandante, Mohamed Alí Yafari, informa directamente al líder supremo.

- Sus miembros visten uniformes verde oscuro con emblemas que muestran un puño con un rifle automático.

- Controlan al cuerpo de voluntarios basiyís.

La milicia de los 'basiyís'

- Es una milicia formada por un millón de voluntarios y que tiene organizaciones locales en casi todas las ciudades iraníes. Sus sedes se encuentran en las mezquitas.

- La milicia fue creada en 1979 y depende directamente de los Guardianes de la Revolución. Jomeini dijo al crearlas, en la antesala de la guerra con Irak, que "un país con 20 millones de jóvenes debía tener 20 millones de soldados; un país así nunca será destruido".

- Tiene competencia para arrestar y sus integrantes han sido los responsables de los tiroteos del lunes en el centro de Teherán.

- Su presencia es mucho mayor desde la llegada al poder de Mahmud Ahmadineyad, en 2005.

- Suelen ir armados con porras y se encargan de vigilar que se cumplen los códigos de vestimenta y moral pública.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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