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Tensión en Irán

El régimen acusa a Roma de servir a Israel

El ministro de Exteriores iraní, Manuchehr Mottakí, ha convocado al embajador italiano en Teherán, Alberto Bradanini, para transmitirle su protesta formal contra las palabras pronunciadas por Silvio Berlusconi en la Kneset durante su reciente visita a Israel, informó ayer la agencia Ansa. Según afirmó en el Senado el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, Roma ha dado instrucciones a su embajador para que no asista mañana a la celebración oficial del aniversario de la revolución islámica de Jomeini. Frattini anunció que otras cancillerías europeas como Londres y Berlín estudian ausentarse también de los fastos para enviar una suerte de observador diplomático.

La tensión entre Italia e Irán ha subido muchos grados tras la polémica y reciente visita de Berlusconi a Israel. Teherán afirmó el domingo a través de la televisión oficial que Italia está "al servicio de los señores israelíes" después de que el primer ministro italiano definiera ante Benjamín Netanyahu el ataque israelí a Gaza como un "acto justo" de represalia (para equiparar ese mismo día en Belén ante Mahmud Abbas a las víctimas del Holocausto con las de la franja).

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Berlusconi afirmó además en la Kneset que algunos dirigentes actuales, en referencia al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, "recuerdan a personajes infames del pasado", en evidente alusión a Adolf Hitler. Pero Teherán está sobre todo molesta porque Berlusconi afirmó que el deber de Italia es "sostener y ayudar a la oposición" en la República Islámica, y quizá porque, durante su viaje, Israel pidió a Berlusconi que reduzca sus relaciones comerciales con Irán.

Pese a la retórica desplegada en Jerusalén, Italia sigue siendo el primer socio comercial europeo del régimen islámico. Tras rebasar a Alemania en 2006, el volumen total de negocio bilateral superó en 2007 los 6.000 millones de euros. Y en los primeros seis meses de 2009, Roma mantiene el liderazgo al exportar bienes y servicios por 894 millones, en datos del Instituto Nacional de Estadística italiano.

En este momento, un millar de empresas italianas comercian con Irán, comandadas por gigantes energéticos, de la automoción y la siderurgia como Eni, Fiat-Ansaldo, Technimont o Danielli-Duferco. La crema del capital italiano, de Mediobanca a Telecom, Capitalia, Montedison o Falck, sigue presente en el país. Todo ello ha llevado al diario israelí Debka File (cercano a círculos del Mosad) a afirmar: "El comercio entre Italia e Irán prospera, y sostiene el programa nuclear de Teherán".

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