_
_
_
_
_

Berlusconi responde a los escándalos con un ataque a los jueces

El primer ministro dice que Italia vive sometida a un "Estado policial"

"La izquierda quiere abrir de par en par las puertas a los extranjeros, quiere una invasión de extranjeros porque piensa que así cambiará el sentido del voto que da la victoria a la Italia moderada". Silvio Berlusconi vuelve a la carga. Con medio país asqueado por los escándalos de corrupción protagonizados por el centro-derecha, el primer ministro trata de desviar la atención y ataca a jueces y periódicos por publicar las escuchas telefónicas. "Son sólo cubos de fango que quedarán en nada. Vivimos sometidos al control de los teléfonos. Es un Estado policial. Es un sistema bárbaro".

A un mes de las elecciones regionales, Berlusconi eleva la retórica. Sabe que la división en su coalición es creciente y que los sondeos revelan el descontento de muchos votantes. En una conferencia de prensa llamó a los seguidores del Pueblo de la Libertad (PDL) a "saltar al campo y crear un ejército del bien contra el ejército del mal, un ejército popular que se llamará Paladines de la Libertad", en el que militarán "los que aman contra los que odian", y cuyo empeño principal será "apoyar la acción del Gobierno, explicando a amigos y conocidos lo que hemos hecho hasta ahora".

La fiscalía vincula a un senador de la derecha con un jefe de la 'Ndrangheta
Más información
El Supremo italiano establece que el 'caso Mills' ha prescrito
Los jueces italianos acusan a Berlusconi de "denigración" y "deslegitimación"

Entretanto, siguen llegando detalles sobre los últimos escándalos, muestra de la descomposición del sistema político y económico italiano.

La junta parlamentaria competente para autorizar la detención de senadores decidió ayer aplazar su decisión sobre la orden de arresto del senador del PDL Nicola Di Girolamo, elegido en 2008, según sostiene el juez en su auto, gracias a la intervención de la 'Ndrangheta calabresa en Alemania. La magistratura destacaba en su auto el "elevado riesgo de fuga", pero la comisión parlamentaria quiso aplazar la decisión a la próxima semana para estudiar las actas.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Di Girolamo era, según la fiscalía antimafia de Roma, el referente de una enorme red delictiva integrada por la mafia y varios altos directivos de las compañías telefónicas Fastweb y Sparkle, también imputados, que movió 2.200 millones de euros con un complejo sistema de evasión fiscal entre 2003 y 2007.

El senador fue grabado varias veces por la policía cuando hablaba con uno de los jefes del grupo. "Tú eres mi esclavo, Nico", le dice Gennaro Mokbel, un empresario romano ligado en el pasado a la Banda de la Magliana, que dominó la capital en los años setenta y ochenta. "Puedes llegar a presidente de la República, pero para mí cuentas como un portero".

El juez, que ha dictado orden de detención contra 56 personas, hizo saber que Di Girolamo tiene un "enorme patrimonio depositado en el extranjero". El senador negó haber tenido relaciones con la 'Ndrangheta, pero la revista L'Espresso publicó unas fotos que lo desmienten. El político aparece con Franco Pugliese, un capo de la mafia calabresa, ante una tarta con su nombre y el anagrama del PDL, durante una fiesta electoral celebrada en abril de 2008.

La otra gran investigación en curso, que escruta los contratos millonarios de Protección Civil, sigue avanzando. Ayer se conoció un detalle, menor pero elocuente. El catering para el G-8 celebrado en L'Aquila en julio fue organizado por Roberto Ottaviani, yerno de Gianni Letta, viceministro de la presidencia del Gobierno. Ottaviani cocinó para 3.000 delegados a cambio de 1.065.600 euros. Según el diario La Repubblica, la empresa de Ottaviani, Relais le Jardin, lleva varios años ocupándose de los grandes eventos de Protección Civil, de la presidencia de la República y de la presidencia del Gobierno.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_