Noemí Sanín disputará a Santos la presidencia de Colombia
Noemí Sanín, ex ministra y ex embajadora, logró anoche (esta madrugada en España) la nominación por el Partido Conservador de Colombia. En las primarias internas derrotó al también ex ministro Andrés Felipe Arias por 37.000 votos con el 99% escrutado. Será ella quien se enfrente el 30 de mayo a Juan Manuel Santos, ex ministro de Defensa, en las elecciones presidenciales.
Aunque la consulta se realizó el domingo, errores graves en la transmisión de los datos complicaron un recuento vigilado por el Ministerio Público y la misión de observación electoral de la OEA.
La campaña interna fue tan agresiva que muchos temieron por una ruptura en un partido que lleva 12 años sin presentar candidato propio. Tanto Arias como Sanín habían prometido que aun en el caso de una diferencia por un voto reconocerían al vencedor y apoyarían su campaña.
Sanín, abogada y economista, de 60 años, fue ministra de Comunicaciones del conservador Belisario Betancourt y ministra de Exteriores del liberal César Gaviria. Fue rival de Álvaro Uribe en las elecciones del 2002. En aquella campaña llegó a decir que si ganaba Uribe era como si ganara Carlos Castaño en ese entonces jefe del paramilitarismo. Después hubo un acercamiento entre ambos y fue embajadora en Madrid y Londres y una de las promotoras de la primera reelección de Uribe. Ahora hay un alejamiento, aunque no "irreconciliable", dicen algunos cercanos.
Andrés Felipe Arias, ex ministro de Agricultura, economista de 36 años, creció a la sombra de Uribe y hoy es su clon: habla y piensa como él. Lo llaman Uribito y a él no le molesta. En el último informe de derechos humanos del Departamento de Estado de EE UU aparece su nombre ligado al escándalo de corrupción que protagonizó siendo ministro: entregó subsidios agrícolas a terratenientes uribistas.
Los conservadores lograron el domingo la segunda mayor votación en las elecciones parlamentarias que ganó el partido de Uribe. Sanín ha sido clara: irá a las presidenciales como candidata de su formación. Es la tendencia mayoritaria en un partido que se ufanó de ser el más sólido de la coalición del actual Gobierno.
