Silvio Rodríguez encabeza un concierto a favor de los Castro
El acto responderá a las críticas internacionales al régimen
El cantautor cubano Silvio Rodríguez encabezará hoy un maratón musical y artístico convocado por el Gobierno frente a la misión diplomática de Estados Unidos, en el malecón de La Habana, con el propósito de rechazar las críticas internacionales por la situación de los derechos humanos en la isla y denunciar la existencia de una "campaña mediática", supuestamente organizada en EE UU y Europa con el fin de "desprestigiar" a la revolución.
Rodríguez le "cantará a la Patria y dará testimonio del rechazo del movimiento artístico e intelectual cubano a la campaña mediática desatada en estos momentos contra nuestro pueblo", publicó ayer el diario Granma, órgano del Partido Comunista de Cuba, que hace días inició una contraofensiva frente a la lluvia de condenas recibidas tras la muerte del preso político Orlando Zapata.
En el concierto de hoy participarán una treintena de trovadores, músicos, orquestas y actores, mientras que otro acto similar se realizará en la ciudad oriental de Santiago de Cuba con idéntico propósito. Según la prensa cubana, los artistas demostrarán su "rechazo" a la campaña "que en estos momentos pretende denigrar la realidad cubana".
La página digital Cubadebate añadió que, en el caso de Silvio Rodríguez, su participación en el concierto mostrará "su confianza en el proceso transformador en Cuba iniciado hace 50 años", después de que sus palabras en la presentación de su último disco, Segunda Cita, "fueran manipuladas" por la prensa extranjera. Rodríguez aseguró entonces que la sociedad cubana estaba pidiendo "a gritos" cambios, así como la "revisión de montones de cosas, desde conceptos hasta instituciones", si bien expresó que tenía más motivos para "creer en la revolución que en sus detractores".
Granma publicó ayer un comentario de Fidel Castro en el que respaldó el discurso pronunciado el domingo por su hermano Raúl, quien dijo que Cuba prefiere "desaparecer" antes de ceder al "chantaje" de EE UU y Europa con la excusa del tema de los derechos humanos.
