El Príncipe sustituye "con emoción" al rey Juan Carlos

"Les confieso que no es poca la emoción de dirigirme, por primera vez y en una oportunidad tan especial para mí, a todos los jefes de Estado y de Gobierno, presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea, invitados especiales y demás autoridades que hoy nos honran con su presencia". Don Felipe no ocultó anoche que la cena que ofreció en el Palacio Real a los jefes de Gobierno -entre ellos, una treintena de jefes de Estado de las más de 80 delegaciones asistentes a la cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe que se celebra hoy en Madrid- tenía un profundo significado para él. Acompañado por la princesa Letizia, ejerció como anfitrión de una pléyade de mandatarios entre los que se encontraban la canciller alemana Angela Merkel, el presidente mexicano, Felipe Calderón, o el presidente boliviano, Evo Morales. Merkel quiso asistir a la cena, a pesar de que no participará hoy en la cumbre, ya que debía regresar a Berlín para preparar la contribución de Alemania al plan de rescate del euro. Por el contrario, el francés Nicolás Sarkozy tiene previsto aterrizar esta mañana a Madrid y marcharse anticipadamente.

La respuesta europea al cónclave es menos entusiasta que la latinoamericana

Lo cierto es que la respuesta europea a la convocatoria de la cumbre ha sido menos entusiasta que la latinoamericana y caribeña: 14 jefes de Estado o Gobierno frente a 19. De los europeos han faltado los primeros ministros del Reino Unido, David Cameron, e Italia, Silvio Berlusconi, entre los más destacados. De los latinoamericanos, Hugo Chávez (Venezuela), Raúl Castro (Cuba), José Mujica (Uruguay) y Porfirio Lobo (Honduras); este último no por voluntad propia.

El Príncipe no aludió en su discurso al hecho de que asumía el papel de anfitrión en sustitución de don Juan Carlos, quien se encuentra convaleciente de la operación a la que se sometió el pasado 8 de mayo, para extirparle un nódulo benigno del pulmón derecho, ya que la Casa del Rey ha querido evitar a toda costa la idea de que se ha producido un relevo, ni siquiera temporal, en la jefatura del Estado. "Su Majestad el Rey, de corazón, está muy agradecido por las muestras de apoyo y cariño que ha recibido de tantas personas de dentro y fuera de España tras su reciente intervención quirúrgica y me encarga que en su nombre y en el de Su Majestad la Reina les salude con gran afecto y les desee el mayor éxito para la cumbre", comentó don Felipe.

Los príncipes recibieron uno por uno a todos sus invitados, a la mayoría de los cuales conocía personalmente don Felipe, que en los últimos años sido un fijo en las tomas de posesión de los mandatarios latinoamericanos. No lo hicieron en el salón Gasparini o en el del Trono, como hacen habitualmente los Reyes, sino en el de Alabarderos, más próximo a la entrada del palacio. Sutiles matices de protocolo.