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Elecciones en Colombia

Las encuestadoras fueron las grandes derrotadas de los comicios

Veinticuatro horas después de los comicios colombianos, las empresas encuestadoras hacen malabarismos para intentar explicar cómo pudieron equivocarse tanto. Y es que, durante semanas, Datexco, Ipsos, Gallup y el Centro Nacional de Consultoría auguraban un empate de Juan Manuel Santos y Antanas Mockus en torno al 35% de los votos. Una semana antes de las elecciones, incluso, ubicaban al candidato verde en cabeza y pronosticaban su victoria en segunda vuelta.

Y todo el mundo se preguntaba cómo era posible que una sociedad profundamente uribista (el presidente cuenta con una popularidad del 75%) se decantase por un candidato que está en las antípodas. La explicación a este fenómeno llegó ayer: las empresas encuestadoras habían errado por completo.

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Pocos antecedentes hay de un patinazo de esta envergadura en elecciones latinoamericanas. Quizás hay que remontarse a Nicaragua, hace 20 años, cuando las encuestas pronosticaron la victoria holgada del Frente Sandinista, que fue derrotado finalmente por Violeta Chamorro.

Napoleón Franco, director de Ipsos, se defiende culpando a la ley electoral, que impide publicar encuestas la última semana de campaña. Y esto, dice, impide tener "una fotografía completa". "Si no nos dejan estudiar el fenómeno, perdemos el foco. Lo justo es tomar la fotografía el último día, como ocurre en los países avanzados". De este modo, añade, hubieran podido reflejar el efecto de los últimos debates televisados.

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Varios expertos, sin embargo, venían advirtiendo serios problemas metodológicos. Las encuestadoras subestimaban el voto rural, o realizaban las entrevistas por teléfono, lo cual introduce un sesgo inevitable. "Y no solo eso. En el caso de Bogotá, por ejemplo, está claro que no supieron hacer las mediciones y exageraron el voto de Mockus. No tomaron en cuenta que existía una cuota de votantes que no admitían públicamente que iban a votar por Santos; tampoco se molestaron en comprobar si los entrevistados estaban inscritos en el censo electoral". En suma, concluyen, "ha habido un problema técnico de análisis y de diseño de las encuestas".

Dos de los candidatos más afectados, Germán Vargas y Gustavo Petro, no ocultan su indignación. "Las encuestadoras falsearon la realidad", dijo el aspirante de Cambio Radical, a quien los sondeos borraban del mapa electoral, con menos del 2% de la intención de voto, y que finalmente obtuvo un 10% de los sufragios. Vargas exigió ayer que se "reglamenten las encuestas". Y el izquierdista Gustavo Petro, del Polo Democrático, denunció "una conspiración de los grupos económicos y las encuestadoras para crear una falsa polarización" y desinflar su candidatura. Petro no superaba en los sondeos el 5% de los votos y logró casi el doble en las urnas.

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