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Intervención aliada en Libia

La OTAN dirigirá también los ataques a tierra

La Alianza asume el mando de todas las operaciones aéreas y navales en Libia

La OTAN decidió ayer asumir la dirección de toda la campaña militar contra el régimen de Muamar el Gadafi, incluidas las operaciones de ataque a tierra que puedan ser necesarias para cumplir el mandato de Naciones Unidas de proteger a la población civil de los ataques de las fuerzas de coronel. "La OTAN ejecutará todos los aspectos de la resolución de Naciones Unidas. Nada más, nada menos", declaró anoche el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen.

"Los aliados han decidido asumir el conjunto de la operación militar conforme a la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", explicó Rasmussen una vez concluida la reunión vespertina de los embajadores. "Nuestro objetivo es proteger a los civiles y a las áreas habitadas bajo amenaza de ataque del régimen de Gadafi". Un eufemismo que puede traducirse por "ataques a objetivos militares en tierra".

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El acuerdo remata el gradual despliegue de la operación Protector Unificado, que en un principio cubría solo el embargo naval y en la noche del jueves fue extendida a la exclusión aérea en toda Libia. "Con la decisión de hoy vamos más allá", subrayó el secretario general. Ir más allá supone que el Consejo Atlántico (NAC en sus siglas en inglés, el órgano ejecutivo de la Alianza) se hace responsable también de los futuros ataques a tierra. La dirección plena ejecutiva corresponde al general canadiense Charles Bouchard, que la asumirá en el cuartel general de la OTAN en Nápoles en el momento en que estén perfilados todos los sistemas operativos, lo que podría producirse mañana o el miércoles.

"Actuaremos en estrecha coordinación con nuestros socios internacionales y regionales para proteger al pueblo de Libia", agregó Rasmussen. Si la OTAN se reserva la dirección ejecutiva de la operación, queda por definir qué papel vaya a jugar en el empeño libio el grupo de países formado en torno a Francia y Reino Unido, la coalición de voluntarios que hasta ahora ha estado llevando el grueso de la operación contra Gadafi. Medios aliados dan por hecho que el directorio que debe formarse mañana en Londres "ofrecerá directrices políticas en sentido amplio", pero que será la OTAN la que dirija en exclusiva lo que haya que hacer en lo militar. "Se escucharán sus indicaciones, pero el NAC decidirá", insisten.

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El ministro británico de Defensa, Liam Fox, tuvo que salir al paso de informaciones de la prensa de su país según las cuales la coalición esta dispuesta a proporcionar medios a los antigadafistas. Fox aseguró en la BBC que la coalición internacional ni está entregando ni va a entregar armas a los alzados.

"Según avanzan por la costa los rebeldes van controlando puntos de exportación de petróleo", comentó en otro momento el ministro. "Eso creará una dinámica y un equilibrio muy diferentes en Libia".

Está por ver qué efectos puede tener sobre el régimen el golpe estratégico de perder el acceso al petróleo, pero podría acelerar las gestiones diplomáticas que la conferencia de Londres quiere catalizar.

Nicolas Sarkozy mantiene que "la solución no puede ser solo militar; será una solución política y diplomática". El presidente francés quiere presentar en Londres junto al primer ministro británico, David Cameron, un plan para salir de la crisis. Italia también tiene sus propias ideas sobre el futuro de Libia, paquete que intenta pactar con Alemania. Las reservas de Roma y Berlín ante la operación de acoso y derribo de Gadafi son el polo opuesto al activismo militar de París y Londres.

Roma, como el conjunto de la comunidad internacional, considera innegociable el abandono del poder por Gadafi y plantea un alto el fuego visado por la ONU, la apertura de un corredor humanitario y consultas con las tribus libias con vistas a que todas las partes afectadas elaboren una nueva Constitución para el país.

Más información en la página 19

Centro de mando del portaaviones francés <i>Charles de Gaulle</i>.
Centro de mando del portaaviones francés Charles de Gaulle.BENOIT TESSIER (REUTERS)

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