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Si quiere réditos, tendrá que arriesgar

Los informes de estrategia señalan a la Bolsa como el mejor activo de inversión en 2013

David Fernández
Bolsa de Nueva York
Bolsa de Nueva YorkSPENCER PLATTA (AFP)

¿Dónde pongo mi dinero en 2013? Llega un nuevo año y muchos inversores se estarán haciendo esta pregunta. El próximo curso presenta algunas características comunes con el que ahora termina. Entre ellas, que el mercado seguirá nadando en liquidez con unos tipos de interés oficiales en niveles muy bajos por las políticas expansivas de los principales bancos centrales. Esto será compatible con una inflación que seguirá sin ser un quebradero de cabeza, pero que exigirá lograr rentabilidades por encima del 2,5% si se quiere preservar el poder adquisitivo de los ahorros.

En las últimas semanas, como es tradicional, se ha producido una avalancha de informes de estrategia en los que bancos y casas de Bolsa tratan de predecir para sus clientes el comportamiento de los mercados en los próximos 12 meses. En estos análisis hay un común denominador: la renta variable se perfila como el activo de inversión más atractivo. Cada ahorrador, eso sí, deberá modular esa mayor exposición a la Bolsa en función de su aversión al riesgo y el horizonte temporal de su inversión.

“La renta variable, sobre todo la europea, es el mejor activo teniendo en cuenta el binomio rentabilidad-riesgo”, explica José Luis Jiménez, director General de March Gestión. Los expertos de esta entidad también creen que los bonos del Tesoro español y los depósitos que ofrezcan los bancos más solventes con tipos por encima del precio del dinero también pueden ser opciones interesantes. Además, opinan que la deuda pública con mejor calidad crediticia de países como Alemania o Estados Unidos tienen poco recorrido y advierten de que comprar activos del mercado monetario (liquidez) tiene poco sentido al no proteger tan siquiera de la inflación. Por lo que se refiere a la renta fija corporativa señalan que sigue habiendo oportunidades, pero que habrá que ser más selectivos que en años anteriores.

En el mercado existe la sensación de que las cosas desde el punto de vista económico van enderezándose. Sin embargo, todavía existen demasiadas incertidumbres —precipicio fiscal en EE UU, resolución de la crisis de deuda en la zona euro, desaceleración de la economía china— para caer en la relajación. El inversor, por lo tanto, volverá a convivir con una volatilidad elevada y tendrá que ser flexible es su estrategia.

Por primera vez en mucho tiempo los inversores miran al Ibex con buenos ojos

“Actualmente, se constata en el mundo desarrollado un diferencial de valoración históricamente amplio entre la renta variable y la deuda pública que es favorable a las acciones. Los inversores deben considerar la mejor manera de reflejar esta situación en su estructura de asignación de activos”, dice Alan Brown, de la gestora Schroders. “No obstante, necesitamos ser prudentes. Los fundamentales económicos subyacentes siguen siendo muy débiles y existe un amplio margen para sorpresas desagradables, especialmente en relación con el precipicio presupuestario en Estados Unidos”, añade.

Giordano Lombardo, responsable de inversiones de Pioneer, destaca que el mundo se mueve hacia una fase de mejora gradual de la economía y por eso en 2013 uno de los cambios previstos es un trasvase del excedente de liquidez desde la renta fija a la Bolsa. “En particular, vemos oportunidades muy interesantes en el mercado bursátil europeo, que actualmente está muy infraponderado en las carteras de los mayores inversores institucionales del mundo”, dice Lombardo.

Optimismo es la palabra que mejor define la visión de mercado de los expertos de Bankinter. Creen que puede darse por completada la etapa de ajuste más dura de la crisis, incluso en Europa. “La supervivencia del euro ha dejado de ser abiertamente cuestionada y las primas de riesgo de los Estados amenazados han comenzando a estrecharse, muy probablemente de forma estructural”, subrayan. Eso sí, recuerdan que existen riesgos en absoluto despreciables como la inestabilidad política italiana, el ya mencionado precipicio fiscal estadounidense “y, cómo no, la incertidumbre sobre el hecho de que España solicite finalmente asistencia adicional”. “Sin embargo, los desenlaces que consideramos más probables para estos tres delicados asuntos no nos parecen destructivos”, insisten.

Con estos mimbres desde Bankinter recomiendan una estrategia de inversión prioritariamente enfocada en la Bolsa: “Creemos que la renta variable ofrece valor y que el flujo de fondos continuará dirigiéndose prioritariamente a las acciones en detrimento de otras clases de activos”.

La deuda pública más segura está algo sobrevalorada y no bate el IPC

Los analistas de esta entidad temen que esté produciéndose una cierta sobrevaloración de los bonos soberanos de primera calidad (el alemán, pero también el francés), mientras que los periféricos (español, italiano...) “mantienen cierto atractivo” aunque menos que hace tres meses debido al comportamiento que han mostrado desde entonces. “Preferimos bonos corporativos europeos que americanos, advirtiendo que es cada vez más importante escoger los emisores correctos. Algo similar, pero más acusado, defendemos para la deuda empresarial de alta rentabilidad [bonos basura]. La deuda emergente ganará atractivo, pero recomendamos la denominada en divisa local”, concluyen desde Bankinter.

Por su parte, Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis, defiende que no hay escenarios buenos o malos. “Lo importante es saber detectarlos a tiempo”. En su opinión, los inversores se encuentran en un cruce de caminos ante un triple escenario: que Europa recupere la confianza del mercado; que empeore la percepción de los inversores y su economía entre en una fase de japonetización; o que todo siga igual. “Nosotros somos moderadamente optimistas. Aunque sea a trancas y barrancas, los líderes europeos avanzan en la buena dirección. Por eso pensamos que sería bueno ir teniendo alguna exposición a la Bolsa europea por si se produce un rally de alivio que no habría que perderse”, asegura Alvargonzález.

Uno de los aspectos más llamativos de las recomendaciones de los expertos es que, por primera vez en años, vuelven a ver con buenos ojos la Bolsa española. “Creemos que comprar Bolsa española es todavía la oportunidad del siglo. Pese a revalorizarse más del 30% desde sus mínimos de mediados de 2012, el Ibex sigue un 35% por debajo de su nivel a comienzos de 2010”, según Dennis Jose, estratega de renta variable europea de la entidad británica.

En deuda corporativa ha llegado la hora de ser más selectivos

EL PAÍS ha pedido a ocho casas de Bolsa que elijan sus valores españoles favoritos para el próximo año. Las compañías que más se repiten en la selección de los expertos son Repsol y Abertis, con cinco menciones cada una. Telefónica, BBVA, Dia y OHL figuran en cuatro carteras, mientras que Banco Santander, Iberdrola, Ferrovial, Almirall, Gas Natural y BME aparecen en tres. En cambio, los expertos dan la espalda a algunos de los valores que más se han revalorizado en 2012 como Inditex, Grifols o Amadeus.

“La posibilidad de un rescate es la que va a condicionar la evolución y, por tanto, la estrategia en Bolsa el año que viene. Teniendo en cuenta una serie de factores, creemos que la petición de ayuda es muy probable e implicaría una rebaja en la prima de riesgo y, por lo tanto, una subida en el Ibex 35”, asegura Alfonso de Gregorio, director de gestión de Gesconsult.

“En relación con el mercado bursátil español, somos relativamente optimistas con el comportamiento del mismo. Su evolución va a depender en gran medida del entorno macroeconómico en 2013, que esperamos vaya mejorando paulatinamente”, dice Juan José Fernández-Figares, responsable de análisis de Link Securities. Este experto destaca que el mercado espera un rebote cercano al 30% en los resultados empresariales de las cotizadas. “Muchas de ellas han diversificado geográficamente con éxito sus ventas y resultados, por lo que dependen muy poco del mercado español. Sin embargo, los inversores no han tenido en cuenta este hecho y no han discriminado, por lo que casi todas las empresas españolas cotizadas han sido castigadas en Bolsa por su nacionalidad, no por sus fundamentales. Creemos que el año que viene esta percepción cambiará sustancialmente”, añade Fernández-Figares.

Por su parte, Xavier Cebrián, gestor de GVC Gaesco, detecta dos grandes flujos de dinero en la actualidad: el inversor que sale de renta fija para comprar renta variable y el que vende acciones de compañías defensivas para tener exposición a valores ligados al ciclo económico. “Ante la todavía fuerte liquidez fuera de los activos de riesgo, pensamos que dichos flujos continuarán en 2013. Las Bolsas, con la excepción de la española, han subido este año, pero estas revalorizaciones son insignificantes ante el todavía histórico descuento fundamental que presentan. Nuestra recomendación es clara: estar en Bolsa y, dentro de ella, en valores cíclicos”, explica Cebrián.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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