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El BCE advierte una mejora que permite vaticinar el fin de la recesión

El organismo presidido por Mario Draghi no reduce el mínimo histórico fijado en mayo Sobre la publicación de actas, Draghi advierte de la importancia de mantener la independencia

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario DraghiEFE

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, poco amigo de crear falsas esperanzas entre los Gobiernos de los países de la zona euro, ha cambiado este jueves su discurso y ha anunciado que el largo periodo de recesión económica podría estar llegando a su fin. En el marco de la rueda de prensa mensual, que tiene lugar después de la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, Draghi ha señalado que existe una lenta mejora desde niveles bajos y que se abre una seria expectativa de estabilización en la actividad económica.

El anuncio de esa lenta, pero sostenible, mejoría en la actividad económica de la zona euro ha sido el plato fuerte de la comparecencia de Draghi. “Después de una contracción económica de seis trimestres, los indicadores de confianza recientes, basados en datos de las encuestas, señalan cierto progreso y, tentativamente, confirman las expectativas de una estabilización de la actividad económica a niveles bajos”, ha dicho. “Los riesgos que rodean el panorama económico para el área euro continúan siendo a la baja”, ha añadido.

El banco central reitera que no subirá tipos en un prolongado periodo

Con vistas a lo que resta del año y para 2014, el crecimiento de las exportaciones de la zona euro debería beneficiarse de una recuperación gradual de la demanda global, según el banquero. Al respecto, Draghi ha señalado que la demanda interna será apoyada por una política monetaria “acomodaticia”. “En general, la actividad económica de la zona euro debería estabilizarse y recuperarse a un ritmo lento”, ha insistido.

El consejo del banco, tal como esperaban los mercados financieros, ha decidido mantener los tipos de interés en el 0,5%, vigentes desde mayo, y ha hecho saber, a través de su presidente, que se mantendrían en ese nivel por un periodo prolongado de tiempo. Una decisión que no supone ninguna novedad, ya que había sido anunciada por el propio Draghi en su rueda de prensa de comienzos de julio.

En aquella ocasión, el banquero, además de anunciar que los tipos se mantendrían en su actual mínimo histórico, también confesó que no descartaba nuevas rebajas, algo insólito en el banco central. Ayer, Draghi dio a entender que la política monetaria del BCE no sería endurecida hasta bien entrado el próximo año, pero se negó a mencionar plazos para un posible cambio.

“En el futuro próximo, vamos a observar toda la información recibida sobre la evolución económica y monetaria y evaluar cualquier impacto en las perspectivas de estabilidad de precios”, ha dicho Draghi, para resaltar después que las expectativas de inflación para la zona euro siguen firmemente ancladas en línea con el objetivo de mantener la inflación en tasas inferiores al 2%, aunque próximas, a medio plazo.

Draghi también ha ofrecido un panorama optimista sobre la situación financiera de los bancos. Según el banquero, desde el verano de 2012 se han logrado importantes avances en la mejora de la situación financiera de la banca y, en particular, en el fortalecimiento de la base de depósitos nacionales.

Draghi afirma que la recuperación gradual de la demanda interna en la zona euro será apoyada por una política monetaria expansiva

Por último, el presidente del BCE ha conminado a los países de la zona euro que no disminuyeran sus esfuerzos para reducir el déficit presupuestario y ha recordado que el énfasis debía centrarse en estrategias fiscales favorables al crecimiento. “Los Estados miembros deben intensificar la aplicación de las reformas estructurales necesarias para fomentar la creación de competitividad, crecimiento y empleo”, ha subrayado.

Con respecto a la hipotética posibilidad de que el BCE introduzca cambios en su política de comunicación, tal como lo sugirieron dos consejeros del banco que pidieron que se hagan publiquen las actas de las reuniones mensuales del Consejo de Gobierno, Draghi ha señalado que el máximo organismo del banco tomaría una decisión a más tardar en el otoño.

Pero el presidente ha adelantado un aspecto que tendrá en cuenta el citado consejo al aprobar un cambio en su política de comunicaciones. “Cualquier cambio en las comunicaciones no debe poner en peligro la independencia de los miembros del consejo del BCE”, ha dicho. Luego ha recordado que los miembros actúan en interés de euro y no como representantes de sus respectivos países.

En cambio, su antecesor en el cargo, Jean-Claude Trichet, se ha mostrado, desde las páginas del periódico Die Zeit, en contra de la inédita ofensiva de transparencia. Según el expresidente, el BCE había renunciado a dar a conocer las deliberaciones del consejo para hacer posible que el banco pudiera hablar con una sola voz. Según las reglas internas del BCE las actas solo pueden ser dadas a conocer después de 30 años.

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