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La Bolsa de Moscú se resiente de la imposición de las sanciones contra Rusia

S&P y Fitch amenazan con rebajar al país por el aumento de las dificultades de financiación El Gobierno minimiza los riesgos y descarta "graves consecuencias" en la economía

Sede central de Standard & Poor's, en Nueva York.
Sede central de Standard & Poor's, en Nueva York.EFE

Dos de las principales agencias internacionales de calificación, Standard & Poor’s y Fitch, han revisado las perspectivas sobre las notas de solvencia de Rusia a raíz de la crisis de Ucrania y la anexión de Crimea. En opinión de estas sociedades, las crecientes tensiones geopolíticas y, de forma destacada, las eventuales consecuencias de las sanciones suponen un riesgo para la economía rusa y, por extensión, para la calidad crediticia del país y de su deuda. Por este motivo, han cambiado la perspectiva sobre el rating de la deuda de Rusia de estable a negativa. Tras el aviso, han aumentado las ventas en la Bolsa de Moscú, aunque el rublo ha logrado atajar el correctivo. La razón del recrudecimiento de las dudas es que las sanciones obligan a los agentes del mercado a replantearse sus inversiones en el país dado que podrían acabar viéndose penalizados en un futuro.

El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció este jueves una segunda ronda de sanciones contra sectores clave de la economía rusa, como la energía o el transporte, además de imponer restricciones al banco Rossiya, al que acusó de ser la entidad particular de los colaboradores del Kremlin. La UE, de momento, solo ha secundado a EE UU en la ampliación de la lista negra de oligarcas rusos sancionados y ha elevado el tono de las amenazas verbales contra Rusia, mientras se reserva las decisiones de mayor calado como elemento de negociación con el Gobierno de Vladimir Putin.

En una consecuencia directa de las sanciones, Rossiya ha dejado de poder operar con las empresas estadounidenses de pago Visa o Mastercard. El Banco de Rusia, por su parte, ha respondido garantizando todo el apoyo necesario para proteger a los acreedores y depositantes de la entidad. El sector de las grandes energéticas como Gazprom, Rosneft o Lukoil también se ha visto castigado por las incertidumbres de si serán capaces de captar la financiación que necesitan para cubrir vencimientos y seguir manteniendo la máquina en marcha.

En la Bolsa, el índice moscovita RTS se ha dejado al final en torno al medio punto tras llegar a desplomarse un 4% en la apertura con algunas de las compañías ligadas a los oligarcas sancionadas con fuertes pérdidas. La gasista Novatek, propiedad de Gennady Timoschenko ha retrocedido hasta un 7,3%; y Mostotrest, de Arkady y Boris Rotenberg, un 4,4%. Estos tres empresarios estaban en la lista de sancionados de Obama. En las divisas, el rublo ha fijado su cambio en 0,275 unidades de dólar.

La modificación de la perspectiva de Rusia a negativa implica la posibilidad de rebajar a corto plazo la calificación del país, que actualmente está en BBB, lo que representa el penúltimo escalón antes del bono basura. Este nivel, que equivale a un suspenso, significa que es una inversión restringida a especuladores por sus riesgos elevados.

Consecuencias no anticipadas

“La revisión refleja nuestra visión sobre las consecuencias económicas y financieras no anticipadas que podrían tener las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea sobre la solvencia de Rusia tras la incorporación de Crimea, región que la comunidad internacional considera legalmente parte de Ucrania", afirma S&P en un comunicado remitido a sus clientes.

Fitch, por su parte, argumenta que "dado que los bancos estadounidenses y europeos, además de los inversores, se mostrarán reticentes para otorgar crédito a Rusia, el crecimiento económico seguirá ralentizándose".

A este respecto, S&P vaticina que estas no serán las últimas medidas de presión. "Creemos que la Unión Europea y Estados Unidos impondrán mayores sanciones", asegura antes de advertir de que podrían erosionar las perspectivas de crecimiento de Rusia, que de hecho ya está sufriendo las consecuencias del conflicto tras frenar su ritmo de crecimiento al 1,3%. "El Banco Central de la Federación Rusa parece haber abandonado su política de incrementar la flexibilidad cambiaria y ha limitado las intervenciones en el mercado de tipo de cambio", recuerda la agencia.

Nuevas anexiones

Además de las nuevas sanciones, otro de los factores de riesgo que las agencias citan como posibles motivos para la devaluación de la calificación de Rusia es que el Kremlin decida seguir avanzando sobre el territorio de Ucrania más allá de Crimea, anexionada esta semana a la Federación Rusa.

Desde el Gobierno, el viceministro ruso de Finanzas, Alexei Moiseev, ha adoptado la postura previsible de minimizar el impacto de las sanciones. “Por ahora, no veo graves consecuencias en el sector financiero", ha asegurado Moiseev a los periodistas al tiempo que ha reprochado la decisión de las agencias, a las que ha acusado de actuar sin base.

Moody’s, que junto a S&P y Fitch dominan el mercado de la medición de riesgos, ya se pronunció sobre la crisis de Ucrania el pasado 7 de marzo. En su caso y a pesar de que reconoce que el conflicto es un elemento negativo para la nota de solvencia de Rusia, optó por mantener el rating añadiendo la salvedad de que el “impacto final dependerá de la duración e intensidad del conflicto”.

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