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Valérie Trierweiler no duda de la sinceridad de Carla Bruni

La actual inquilina del Elíseo defiende a su predecesora ante la polémica de la canción donde se insinúa que compara a Hollande con un pingüino

La primera dama de Francia, Valérie Trierweiler.
La primera dama de Francia, Valérie Trierweiler.AFP

No es frecuente que la primera dama francesa, Valérie Trierweiler, hable con la prensa, y menos que entre a valorar a su antecesora en el puesto, la exmodelo y cantante Carla Bruni. Sin embargo, la también periodista rompía esta semana su autoimpuesta dieta de silencio y concedía una gran entrevista a la televisión privada. En ella, no ha podido escapar a la pregunta que ha alimentado la polémica durante toda la semana. ¿Llama Bruni “pingüino” al presidente François Hollande en una de sus canciones? La propia cantante lo ha negado, por lo que la respuesta de Trierweiler ha sido elegante a la par que ingeniosa, al estimar que no dudaba de su sinceridad.

Ella misma dice que no es el caso, entonces, ¿por qué no creerla?”, respondió la pareja sentimental de Hollande en el plató de Canal Plus, donde fue entrevistada el pasado jueves con motivo del día mundial de apoyo a las personas con síndrome de Down. “La conocí por primera vez el día del traspaso de poderes y tuve frente a mí a una mujer sincera, que hizo lo que pudo durante cuatro años”, añadió la actual inquilina del Elíseo, sin entrar a valorar el contenido de la polémica.

La letra de la canción titulada El Pingüino, uno de los temas que integrará el nuevo disco de Carla Bruni (a la venta el próximo 1 de abril), se filtró la semana pasada. Muchos comentaristas interpretaron que el personaje de ese pingüino sin modales se refería al actual mandatario, quien no acompañó a Bruni y a su marido, el exmandatario Nicolas Sarkozy, al coche cuando se despidieron durante la ceremonia de traspaso de poderes. “Fue un día con una agenda muy apretada”, se limitó a señalar Trierweiler.

Como no podía ser de otra manera, la primera dama también volvió sobre los agitados primeros meses en el Elíseo, marcados por el escándalo del tuit de apoyo a un tránsfuga socialista durante las legislativas de junio, quien dejó sin escaño a la ex de Hollande, Ségolène Royal. “No tengo muchas ganas de volver a comentar el tema; pero, sí, una aprende caminando”, declaró cuando le preguntaron si se arrepentía de algo. “Ahora soy más prudente”, añadió, y aseguró haber tomado consciencia de que ya no es “una ciudadana normal, para emplear esa palabra que tanto os gusta”, en referencia al apodo de “presidente normal” que tanto se empleó cuando Hollande ganó las elecciones.

La compañera del presidente, que ha hecho carrera como periodista política y sigue colaborando con la revista Paris Match en temas culturales, señaló también haber dejado de leer la prensa para protegerse de los numerosos rumores. “Si leo las noticias a diario, un día el presidente y yo nos separamos, otro día me entero de que tengo un hijo en Canadá que está en la cárcel... He reemplazado la lectura de periódicos por el deporte, y ¡lo llevo mucho mejor!”, concluyó.

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