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Tentaciones
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qué fue de...

Los trapos sucios de 'Padres Forzosos' al descubierto

El canal Lifetime nos quiere amargar nuestros recuerdos televisivos con una 'tv movie'

A la izquierda, el reparto original de la serie; al a derecha, sus dobles, protagonistas de la película
A la izquierda, el reparto original de la serie; al a derecha, sus dobles, protagonistas de la película

Durante ocho temporadas y 192 episodios, Padres forzosos (1987-1995) sentó ante la tele a toda la familia. Un feliz éxito que, según la película The Unauthorized Full House Story, escondía lucha de egos y envidias. Su creador, Jeff Franklin, improvisó sobre la marcha la trama de la serie; él, que nunca había trabajado con niños. Analizamos las escenas que más han dado que hablar y la reacción en las redes sociales del elenco.

Bob Saget (o Danny Tanner): el (demasiado) gracioso

Antes de protagonizar Padres forzosos, contaba chistes de tampones sobre el escenario, algo que ahuyentaba a las espectadoras. Caía mal, en general, y solía mandar más que sus propios jefes. Pero por ser un bocachanclas, le echaron de un programa matinal de la CBS y pudo interpretar a Danny Tanner en la serie de ABC, papel que iba a hacer John Posey, que llegó incluso a rodar el piloto. El creador de la serie, Jeff Franklin, apostó por él, a pesar de su mala fama. Prohibió a Saget, eso sí, hacer chistes obscenos delante de los niños actores, cosa que se saltaba a menudo, como cuando se desató con un maniquí, lo que provocó una pelea monumental entre ambos, aunque Franklin tuiteó que no hubo tal enfrentamiento.

Cuando cancelaron la serie, su mujer le pidió el divorcio. Adicto al trabajo, se convirtió en su personaje en la vida real: un soltero padre de tres hijos. El día de la emisión de la tvmovie, el actor aprovechó para hacer promoción de su libro.

Dave Coulier (Joey), famoso por sus pedos

Amigo y colega de stand up de Bob Saget, fue rechazado por el programa Saturday Night Live, lo que propició que le contrataran como el tío Joey Gladstone. No se explica en la serie, pero el actor no entró en el SNL porque su humor era muy parecido al de Dana Carvey. Coulier, soltero y con menos ínfulas que sus compañeros, se hizo famoso en el set por tirarse unos pedos sonoros. “¿Qué comes?”, le preguntan asqueados. “Un mago nunca revela sus secretos”, contesta. Una joya, vaya. El actor no comentó nada sobre este evidente daño a su imagen y prefirió hacer publicidad de Fuller House, la nueva serie que está rodando el mismo equipo y que estrenará Netflix en 2016.

John Stamos (tío Jesse), guaperas y tonto

Las groupies de Blackie Parrish, su personaje en Urgencias, se agolpaban en el restaurante de su padre, donde él comenzó trabajando. “No quiero ser un actor de póster”, se quejaba. El tío Jess fue idea suya, por el nombre del hermano gemelo de Elvis Presley que murió. Un capricho que el creador de la serie aceptó, a pesar de su irrelevancia. O, tal vez, por eso mismo. Era fácil tomarle el pelo,  como cuando le hicieron creer que serían tres gays que iban saliendo del armario. Soltero de oro, Stamos se enamoró de la modelo Rebecca Romijn (la actriz escogida para esta película no le hace justicia) tras tirarle una bebida en su Armani. Patoso y tartamudeando, confesaba que ella “es lo mejor que le ha pasado en la vida”. Su matrimonio duraría hasta 2005. Este estreno es el peor regalo que le podían hacer al actor, ya que coincidió con su cumpleaños. Se limitó a mostrar su apoyo al actor (con pelucón) que le interpreta.

Las gemelas golpean dos y tres veces

La madre de Mary-Kate y Ashley acompañaba a una amiga al cásting, pero al creador les hizo gracia y las contrató sin más. Sin tener ni idea, una ayudante tenía que soplarles los textos escondida tras un sofá. Algo que Franklin negó en su Twitter irónicamente. La madre a punto estuvo de dejar la serie, pero acabó renegociando sus contratos cuando vio que las niñas de tres años eran las más famosas, sólo por detrás en popularidad de Michael Jackson. No sólo les doblaron el sueldo, sino que lanzaron su propia línea de merchandising, se hicieron millonarias y crearon su propio imperio. Las Olsen, tres peldaños de superioridad por encima de nosotros, no han abierto la boca. La serie sólo deja constancia que la fama le pasó factura a la madre, que acabó viendo cómo su marido se casaba con su asistente.

Lori Loughlin, la eterna novia

Quiso el destino que Lori Loughlin, ex novia de John Stamos, interpretase también a la novia de Jesse en la ficción. La tv movie da a entender que ella estaba casada cuando, por exigencias del guión, se besaba con Stamos, como si de aquellas cenizas aún saltaran chispas. Cuando Lori se divorció, Stamos había conocido ya a Rebecca Romijn. No hubo sincronización. La actriz se hizo eco en Twitter a través de sus fans

Candace Cameron (D.J. Tanner); la hermana de Kirk

El famoso era su hermano. Kirk Cameron (Los problemas crecen), ahora fanático religioso, fue una sombra alargada. Candace Cameron fracasó en su primer cásting, su madre le animó al minuto y consiguió ser DJ Tanner dándolo todo. La actriz, que se veía gorda, nunca llegó a conocer el éxito de las Olsen y en el instituto tampoco caía bien. Parece que los padres sólo existan para poner el cazo: a la hora de dar su primer beso en la ficción, ella, novata, tuvo que pedir ayuda a Lori y Stamos (lo que le faltaba a la pareja). La serie acaba con su boda con un deportista ruso que aprendió inglés ¡gracias a la serie! y que les presenta Dave (continúa con él en la actualidad). En su Twitter fue concisa pero explícita.

Cameron hizo buenas migas con Andrea Barber, su amiga Kimmy en la serie, dejando de lado a la hermana mediana, Stephanie (Jodei Sweetin), de la que poco o nada se habla (de hecho, la actriz no usa su Twitter). Andrea subió una foto en la serie de niña mostrando la cara que se le había quedado al ver la tv movie. La de muchos fans indignados que esperan con ansia viva el revival (en positivo) de Netflix el año que viene.

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