Ejecutan en Virginia al paquistaní que mató a dos agentes de la CIA en 1993
El departamento de Estado teme represalias contra intereses de Estados Unidos en el exterior
El ciudadano paquistaní Mir Aimal Kansi, condenado a muerte por haber asesinado a dos agentes de la CIA, ha sido ejecutado por inyección letal en el centro penitenciario de Greensville, Virginia. Kansi dijo haber cometido el crimen para vengar la política antimusulmana de Estados Unidos en Oriente Próximo.
La muerte de Kansi fue declarada a las 21:07 horas (3:07 en la Península), según ha precisado el portavoz Larry Taylor, que indicó que el paquistaní, que vestía el traje azul de prisionero y llevaba los pies y las manos encadenadas, se encontraba nervioso en el momento de la ejecución. "Tuvo una conversación de entre 15 y 20 segundos con su consejero espiritual y poco después se puso a rezar en su lengua materna hasta que las autoridades le pidieron que dijera sus últimas palabras", señaló el portavoz. "Dijo que no hay más Dios que Alá" antes de comenzar a rezar hasta el momento en el que "la inyección hizo efecto".
Capturado en Pakistán
El ajusticiamiento se llevó a cabo en medio de medidas especiales de seguridad aplicadas en las cercanías del Centro Correccional de Greenville. La semana pasada, el Departamento de Estado advirtió de que la ejecución de Kasi podría originar represalias contra intereses de Estados Unidos en el exterior.
Kasi, que el 25 de enero de 1993 asesinó a los agentes de la Agencia Central de Información de EE UU (CIA) Frank Darling, de 28 años, y a Lansing Bennett, de 66, e hirió a otras tres personas, frente a la entrada de esa institución en Langley (Virginia), huyó dos días después hacia Pakistán.
A mediados de 1997 fue localizado en un pueblo del sur de ese país, de donde fue prácticamente secuestrado y llevado a EE UU, lo que desató las iras de sectores paquistaníes islámicos, que consideraron su detención como parte de la supuesta cruzada de Washington contra el Islam.