París y Londres investigan el choque de un petrolero con un barco hundido en el Canal de la Mancha

Francia y Reino Unido examinan el petrolero turco Vicky que chocó ayer con otro barco hundido en el Canal de la Mancha para ver si hay restos de gasóleo y determinar si hubo o no fallo humano en la colisión, ya que el Tricolor, que yace hundido a menos de 30 metros de profundidad, estaba debidamente señalizado por cinco balizas. El casco, perfectamente visible cuando la marea está baja, queda sumergido apenas unos metros durante la marea alta.

El petrolero turco Vicky, que transportaba 70.000 toneladas de gasóleo altamente inflamable de Amberes a Nueva York, chocó anoche con el casco del carguero Tricolor, hundido el pasado 14 de diciembre en aguas muy poco profundas del Canal de la Mancha tras ser embestido por otro buque. El petrolero pudo liberarse y salir a mar abierta ya de madrugada, pero las autoridades francesas han ordenado que permanezca anclado hasta que puedan examinar si se han producido fugas de gasóleo.

El Tricolor, cargado con miles de coches de lujo, se hundió en diciembre tras chocar con el Kariba. Dos días después, otro carguero, el Nicola, chocó con los restos del buque, pese a que en teoría se encuentran muy bien señalados para evitar este tipo de sucesos.

"Fuerte olor a gasóleo"

Ayer, a las 20.20, chocaba contra el Tricolor el petrolero turco Vicky, un buque de 243 metros de eslora y 43.000 toneladas construido en 1981. Los 24 tripulantes del barco no resultaron heridos, y desde el primer momento entraron en acción tres remolcadores y un buque de guerra franceses.

Pese al temor a que se produzca un vertido similar al del Prestige, los guardacostas ingleses han indicado que no se han producido fugas, pese a que las autoridades portuarias de ese país, que no han intervenido en el rescate, han indicado que desde el aire se percibía un "fuerte olor a gasóleo".