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La ONU teme que más de 200 personas hayan muerto en el incendio de un barco en Congo

La embarcación, que transportaba a 500 pasajeros, fue destruida por el fuego cuando remontaba un río africano

Cerca de 200 personas han desaparecido y podría haber muerto en el incendio de un barco de pasajeros en el río Congo, según ha informado hoy un portavoz de Naciones Unidas. El ferry, en el que viajaban 500 personas, quedó destruido por las llamas el pasado lunes, aunque el suceso se conoció ayer y sólo hoy se ha informado de manera oficial sobre la cifra de posibles víctimas. La ONU ha señalado que 301 personas han podido ser rescatadas antes de que el barco fuera destruido por el fuego, pero se desconoce el paradero del resto de pasajeros.

"Las llamas se extendieron a toda velocidad, y la gente se tiró al río aterrorizada. El fuego destruyó el barco por completo", ha señalado Alex Essome, portavoz de la ONU en la República Democrática de Congo. "Los que lograron llegar a nado hasta la orilla se salvaron; los que no, suponemos que han muerto", ha añadido. Essome, que se encuentra en la ciudad de Mbandaka, no ha podido precisar con exactitud la cifra de víctimas, pero ha relatado que los habitantes de esa localidad han visto multitud de cuerpos flotando en el río.

Respecto a la causas del incendio, Alex Essome ha señalado que testigos de la tragedia contaron a los miembros de los equipos de rescate que una pieza del motor de la embarcación soltó por accidente unas chispas que prendieron los tanques de combustible amontonados a su alrededor. El barco, bautizado como Convoi Lengi, viajaba de Lukolela (a 450 kilómetros río arriba de la capital del país, Kinshasa) hasta Mbandaka. Testigos presenciales han contado que iba lleno hasta los topes de gente, que transportaba además animales de granja y mercancías.

Más de 160 personas se ahogaron el pasado mes de noviembre al hundirse un barco de pasajeros en medio de una tremenda tormenta en un lago a 400 kilómetros de Kinshasa. La República Democrática de Congo, el tercer país más grande de África, depende de las redes fluviales para el transporte de mercancías y personas, pues apenas cuenta con una rudimentaria red de carreteras.

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