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ELECCIONES EN EL REINO UNIDO

Familiares de víctimas británicas en Irak anuncian acciones legales contra Blair

Una encuesta del 'Financial Times' da una ventaja de 10 puntos a los laboristas frente a los 'tories'

La guerra de Irak sigue pesando sobre los hombros de Tony Blair a menos de dos días de las elecciones legislativas en el Reino Unido, en las que el líder laborista opta a un histórico tercer mandato. La esposa de un soldado británico fallecido ayer en Irak ha culpado al primer ministro de su muerte por haber enviado tropas a esa guerra. A su protesta se han unido los familiares de otras víctimas británicas de la guerra, aunque no parece que las protestas hayan erosionado demasiado a los laboristas, que mantienen una ventaja de 10 puntos sobre los conservadores, según una encuesta del Financial times.

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La esposa de Anthony Wakefield, un militar de Newcastle que murió ayer al estallar una bomba colocada en la carretera mientras patrullaba, ha culpado a Blair de la muerte de su marido, diciendo que nunca debió enviarle a la guerra. "Es culpa de Tony Blair. Él envió a las tropas. Si no las hubiese enviado, Anthony estaría aun aquí. Nunca debió hacerlo", ha declarado Ann Toward, que tiene dos hijos. Según ella, los dos niños, Scott, de siete años, y Corey, de dos, además de su hijastra, Stacy, de 11, están destrozados por la muerte de su padre, en especial los dos mayores, que "no dejan de llorar y hablar de él".

También el hermano de Ken Bigley, un ingeniero que fue secuestrado y asesinado por los insurgentes iraquíes el año pasado, ha cargado contra Blair, llamando a un voto de protesta contra el primer ministro. "Insto a todo el que haya perdido a un ser querido en Irak a que se asegure de que Blair no es reelegido", ha escrito Paul Bligley.

A la protesta de Wakefield y Bigley se han unido los familiares de otras víctimas del conflicto, que estudian acciones legales contra el primer ministro. Agrupados en la Coalición para Parar la Guerra (Stop The War Coalition), presentarán hoy en Downing Street, la residencia oficial del primer ministro, sus planes para llevar al Gobierno a los tribunales. La denuncia se basará en la Convención Europea de Derechos Humanos. Según una portavoz, también s estudia presentar acusaciones particulares contra el primer ministro en persona.

Durante toda la campaña, Blair ha tratado de justificar el apoyo británico a la guerra, a pesar de la aparición de dos informes contrarios a sus razonamientos. Blair insiste en que tomó la decisión que creyó la más adecuada para el país. Pese a todo, la guerra no ha sido un elemento clave en la campaña, en parte debido a que el partido conservador, el máximo rival en los comicios, también apoyó la guerra sin fisuras.

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Así, las encuestas siguen dando una cómoda ventaja a Blair y los laboristas sobre los tories. Según un sondeo publicado hoy por el diario Financial Times, los laboristas aventajan a los conservadores en 10 puntos porcentuales. El sondeo de MORI/Financial Times publicado hoy da a los laboristas un 39% de los votos, tres puntos más que la semana pasada, mientras que los conservadores se quedarían con el 29%, cinco puntos menos que la semana pasada. La encuesta da un 22% a los liberal-demócratas, que perderían un punto sobre la encuesta de la semana anterior. Estos resultados darían a Blair una clara mayoría en el parlamento, con 146 asientos, frente a los 161 actuales. No obstante, el sondeo da cuente aún de un 30% de indecisos.

Mucha culpa de los buenos augurios para Blair vienen del refuerzo de la relación con el ministro de Finanzas, Gordon Brown, el político más apreciado del Reino Unido, artífice de una recuperación económica sostenida durante los años de Gobierno laborista.

Precisamente Brown ha salido hoy a la palestra para defender a su jefe de los ataques sobre la guerra de Irak, admitiendo que el Gobierno "tiene cosas que aprender, como Tony Blair ha dicho, sobre la forma en que se hicieron las cosas, pero al final queríamos dar prioridad a la seguridad del Reino Unido y el interés nacional británico". Según Brown, Oriente Medio es una zona más segura ahora que Irak es un país democrático.

Peter Brierley y su hija Helen, Teresa Hamilton-Jewell, Maxine Gentle y su madre Rose y Tony Hamilton Jewell, a su llegada al número 10 de Downing Street.
Peter Brierley y su hija Helen, Teresa Hamilton-Jewell, Maxine Gentle y su madre Rose y Tony Hamilton Jewell, a su llegada al número 10 de Downing Street.AP

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