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Liberados los tres periodistas rumanos secuestrados en Irak hace dos meses

Rumanía tiene desplegados a 860 soldados en Irak

El Gobierno rumano ha anunciado hoy la liberación de los tres periodistas de ese país que llevaban secuestrados en Irak desde hace 55 días. Se trata de Marie Jeanne Ion (32), Sorin Miscoci (30), Eduard Ovidiu Ohanesian (36) y su guía de origen estadounidense Mohamed Munaf. Los cuatro han sido liberados y se encuentran sanos y salvos en custodia de las autoridades rumanas. Se desconoce si se ha pagado algún tipo de rescate.

Los tres reporteros y su acompañante, que se hallaban en Bagdad para informar sobre la constitución del nuevo Gobierno iraquí, fueron secuestrados el 28 de marzo, después de una entrevista con el entonces primer ministro, Iyad Alaui.

El presidente rumano, Traian Basescu, ha informado por teléfono a los padres de la liberación de sus hijos y les ha dicho que éstos volverán a casa pronto. La credibilidad de Basescu se puso en juego con este secuestro, ya que asumió personalmente la responsabilidad del caso, poniéndose al frente de un comité de crisis integrado por los jefes de los servicios secretos y por representantes de los ministerios de Defensa y Exteriores.

El primer vídeo sobre los rehenes rumanos apareció el 1 de abril en la cadena de televisión qatarí Al Yazira, donde los periodistas desmintieron que se hubiera pedido dinero por su liberación. Al cabo de tres semanas de silencio, un grupo islamista hasta entonces desconocido se atribuyó el secuestro, exigió la retirada de los 860 militares rumanos destacados en Irak y amenazó con matar a los cuatro cautivos, si no se respondía a sus exigencias en cuatro días.

Solidaridad con los periodistas

Las últimas imágenes difundidas por Al Yazira, el 26 de abril, mostraban a los rehenes implorando al Gobierno rumano y a sus familiares que se salvara su vida, mientras los secuestradores prolongaban el ultimátum. Los hombres aparecían con las cabezas rapadas y dos de ellos -Miscoci y Munaf- vestidos de color naranja, como los prisioneros iraquíes en las cárceles de EE UU, y dijeron que iban a ser los primeros en ser asesinados, mientras rogaban a los rumanos que se manifestaran en la calle y ejercieran presión sobre el Gobierno para la retirada de las tropas.

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Durante los días siguientes a la emisión de ese vídeo se sucedieron en Rumanía manifestaciones de solidaridad con los periodistas, pero participaron sólo unos centenares de personas y no pidieron la retirada de las tropas. El destino de los tres periodistas y su guía se hallaba siempre en el foco de atención de la opinión pública, sus fotos se llevaban sobre las camisetas, aparecían en todas las televisiones, diarios, ventanas de instituciones públicas y casas particulares pidiendo su liberación.

Hasta la comunidad árabe de Rumanía, la Liga Cultural Islámica y los religiosos musulmanes de este país hicieron también gestiones a favor de la liberación de los cuatro rehenes, enviando varias veces mensajeros a Bagdad. También los partidos de oposición solicitaron en repetidas ocasiones al Gobierno que estableciera una agenda para la retirada de las tropas rumanas de Irak, pero la respuesta del Ejecutivo fue negativa argumentando que nunca cambiaría su política exterior bajo el chantaje de los terroristas.

De izquierda a derecha, Ovidiu Ohanesian, Marie Jeanne Ion y Sorin Dumitru Miscoci.
De izquierda a derecha, Ovidiu Ohanesian, Marie Jeanne Ion y Sorin Dumitru Miscoci.AP

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