Al Qaeda se atribuye la autoría de los atentados que han dejado más de 150 muertos en Bagdad

La violencia terrorista ha sacudido hoy Irak tras varias semanas de relativa calma. Once atentados, cuya autoría se ha atribuido Al Qaeda, han causado la muerte a 152 personas y heridas a cerca de 300, según el último balance. El ataque más mortífero, con 113 fallecidos, se ha producido cuando un suicida ha hecho estallar un artefacto ante una muchedumbre que buscaba trabajo. Otros dos atentados suicidas han dejado siete muertos. Además, 17 personas han sido ejecutadas por hombres armados, que los han sacado de sus casas y los han disparado en plena calle.

El atentado más grave se ha producido cerca de las 7.00 (hora peninsular española) en el barrio de Kazimiya, donde decenas de obreros de la construcción se concentraban para pedir un empleo. Según varios testigos, un hombre se ha presentado ante los obreros a bordo de un Opel ofreciendo trabajo y, cuando ha sido rodeado por los aspirantes, ha hecho estallar el vehículo. Según la policía iraquí, ha matado a 113 personas y ha herido a 262. Un testigo ha relatado que eran obreros procedentes de las zonas chiíes del sur que llegaron a Bagdad en busca de trabajo. Las fuerzas policiales han acordonado la plaza de Uruba, donde se ha producido el ataque, mientras varias ambulancias se afanaban en atender a los heridos y recoger a los muertos.

Muchos de ellos han sido evacuados en carros por los propios vecinos. Las fachadas de los comercios han quedado destrozadas y la plaza ha quedado cubierta de restos del coche bomba y de otros vehículos alcanzados por la explosión. Es el segundo atentado más salvaje perpetrado en Bagdad desde la caída del régimen de Sadam, sólo superado por el que mató en febrero a 125 reclutas del Ejército iraquí en Hilla. Poco después, otros siete iraquíes han muerto y otros 22 han resultado heridos en dos nuevos atentados suicidas con coche bomba, según ha informado Interior, que cree que han sido coordinados. Uno de los atentados, que ha causado cuatro muertos, se ha producido en el barrio de Shula, mientras que en el segundo, en la zona de Adel, un kamikaze ha lanzado su coche contra un convoy del Ejército iraquí y ha matado a tres soldados.

Ofensiva de Al Qaeda

A las 5.00 hora española, 17 civiles iraquíes han sido asesinados en la localidad de Tayi, a 15 kilómetros al norte de Bagdad. Según una fuente del Ministerio de Interior, "varios hombres armados, vestidos de soldados y a bordo de vehículos militares han llegado a Tayi, han apresado a varios miembros de la tribu chií de Bani Tanim, los han concentrado en una plaza y los han ejecutado a tiros". Los atentados se producen después de una ofensiva combinada entre el Ejército estadounidense y el iraquí en la ciudad de Tel Afar, al noreste del país, cerca de la frontera con Siria. Según EE UU, la ciudad era un refugio de terroristas de la red Al Qaeda y allí se concentraban tanto resistentes locales como activistas reclutados de otros países que han pasado a Irak a través de Siria.

El mando estadounidense asegura haber acabado con la vida de 150 insurgentes en dicha operación y haber detenido a otros 400. Al Qaeda, que clamó el domingo venganza, se ha atribuido la autoría los ataques en respuesta a la ofensiva. Según un comunicado colgado en una web islamista, la rama iraquí de la red, dirigida por el jordano Abú Musab al Zarqaui, afirma que, en respuesta a la operación de Tal Afar, emprende una campaña de atentados suicidas. "Felicitamos a la nación musulmana y le informamos de que la batalla para vengar a los suníes de Tel Afar ha comenzado. Felizmente, nuestras brigadas se han hecho estallar para apoyar su religión mediante la muerte. Os informaremos de los detalles de nuestras operaciones en Bagdad y en otras partes del país", añade el texto.

Horas después, una cinta de Al Qaeda, colgada también en Internet y en la que aparentemente habla Al Zarqaui, declara la guerra a todos los chiíes, así como a las tropas del Ejército iraquí y el Gobierno del país. Al Zarqaui también declara que sus militantes atacarán a cualquier iraquí que haya cooperado con las fuerzas estadounidenses en la ofensiva de Tel Afar. "Si encontramos pruebas de que cualquier miembro de la Guardia Nacional, la Policía o el Ejército colabora con los invasores, como castigo serán asesinados y sus casas demolidas o quemadas, tras evacuar a las mujeres y los niños" dice la voz atribuida al jordano.