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La división interna atenaza a los partidos en México

A tres meses de la campaña para las presidenciales de 2006, nadie apunta como candidato favorito

A poco más de tres meses del pistoletazo de salida de la campaña electoral mexicana, reina la incertidumbre en los tres grandes partidos sobre las candidaturas a presidente de la República. Todo es posible en el camino por recorrer hasta los comicios presidenciales de julio de 2006, y ninguno de los aspirantes puede cantar victoria: ni el ex alcalde de la ciudad de México Andrés Manuel López Obrador, el único de los precandidatos que tiene asegurada la nominación, en este caso del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ni los precandidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido de Acción Nacional (PAN), inmersos en contiendas internas.

La suspensión esta semana del viaje de López Obrador a la ciudad estadounidense de Los Angeles, donde tenía previsto celebrar el grito de la independencia mexicana el jueves por la noche, junto al alcalde de origen hispano, Antonio Villaraigosa, abrió una polémica relacionada con el voto de los mexicanos en el extranjero. En las presidenciales de 2006 los emigrantes podrán votar por primera vez gracias a la amplia reforma del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales aprobada por el Congreso en julio pasado.

En un primer momento, cuando la reforma recibió en febrero la luz verde en la Cámara de Diputados, algunas informaciones interpretaron que los candidatos podrían hacer campaña en el extranjero. Esta semana, el Instituto Federal Electoral (IFE) recordó a López Obrador que el código electoral prohíbe explícitamente la realización de actos de campaña en el extranjero, por lo que le recomendó abstenerse de viajar a Los Angeles.

Jorge Javier Romero Vadillo, asesor de la secretaria ejecutiva del IFE, reconoce que es difícil medir qué actos pueden considerarse objeto de campaña en el extranjero. Hay una gran desinformación del voto de los mexicanos en el exterior y este tipo de viajes podría contribuir a un mejor conocimiento de candidatos y programas.

La Comisión del Voto de los Mexicanos en el Extranjero aprobó el jueves los lineamentos generales para que los emigrantes conozcan las plataformas de todos los candidatos a la Presidencia de la República. El Consejo General del IFE ratificará o enmendará el próximo 21 de septiembre esta directiva, que cierra la puerta a cualquier actividad electoral en el extranjero por parte de partidos, candidatos y simpatizantes. En otras palabras, a partir de ahora ningún precandidato presidencial podrá viajar a ningún país sin correr el riesgo de ser acusado de violar la legislación electoral.

De los 24 millones de mexicanos de origen que residen en Estados Unidos, entre 10 y 13 millones son electores potenciales, pero sólo 4,2 millones tienen credencial de voto. De este universo de electores posibles únicamente podrán votar quienes se registren en los consulados antes del 15 de enero. Fuentes del IFE se negaron a dar cifra alguna de eventuales votantes en el exterior. "Todos los cálculos son aventurados", señalaron. El promedio más optimista se acerca al 10% .

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El proceso electoral comenzará en México la primera semana de octubre, aunque la campaña propiamente dicha no entrará en acción hasta enero de 2006, fecha límite para el registro de candidatos.

En el PRD, López Obrador es el único precandidato inscrito, por lo que el partido no celebrará elecciones internas. La preocupación en las filas perredistas apunta al tres veces candidato presidencial y ex alcalde del Distrito Federal Cuauhtémoc Cárdenas. El veterano dirigente coquetea con la idea de encabezar una candidatura con otros partidos de izquierda que, de llegar a buen puerto, podría hacer daño a López Obrador y al PRD.

Las aguas también están agitadas en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), referente de la política mexicana después de 71 años en el Gobierno y fuerza política mayoritaria en el Congreso y en numerosos Estados de la República.

Roberto Madrazo, presidente del partido hasta el mes pasado, es el favorito para derrotar en las internas al ex gobernador del Estado de México Arturo Montiel y ser proclamado candidato presidencial. Pero la pugna interna con Elba Esther Gordillo, secretaria general del PRI y líder del poderoso sindicato de maestros, sube de tono y empieza a erosionar la imagen de Madrazo entre la militancia priísta. La división en el partido, que ha impedido fijar fecha para la elección del candidato presidencial, es el mayor obstáculo a las pretensiones del PRI de regresar a Los Pinos, la residencia del presidente de la República.

La situación en el PAN, el partido que gobierna desde 2000, no es mejor. La primera ronda de las elecciones internas del domingo pasado deparó una sorpresa mayúscula con la derrota del ex ministro de Economía Santiago Creel, el precandidato apoyado por el presidente Vicente Fox y que dispuso de los recursos del aparato del Estado. El vencedor, Felipe Calderón, ex ministro de Energía, es ahora el mejor situado para convertirse en el candidato panista a la Presidencia.

La elevada abstención en la elección del domingo demuestra el desencanto de la militancia del PAN y el escaso entusiasmo que despiertan los precandidatos del partido.

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