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REVUELTA URBANA EN FRANCIA

Chirac promete ayudas a los "desheredados" pero su "prioridad absoluta" es restablecer el orden

Zapatero defiende la "tolerancia cero" ante los disturbios cuando se cumple la decimocuarta noche de violencia, con 482 coches quemados y 203 arrestos

Pese a que los disturbios en las calles francesas parecen dar un respiro a las autoridades, en parte debido a la implantación de medidas de excepción como los toques de queda, el presidente francés, Jacques Chirac, ha reiterado hoy que su "prioridad absoluta" es el restablecimiento del orden y la seguridad. Una vez cumplido este objetivo, ha prometido "intensificar" los esfuerzos en favor de los barrios "desheredados", protagonistas de la revuelta. Por decimocuarta noche, se produjeron altercados en Francia y la quema de 400 coches, aunque se registró "un importante retroceso" de la violencia, según la policía.

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Esta declaración de Chirac sobre la "crisis" -la segunda que efectúa ante la prensa desde que estallaron los altercados hace dos semanas- se ha producido en el Elíseo en el marco de la XVIII cumbre hispano-francesa. La "prioridad absoluta" es el "restablecimiento del orden público y el respeto de la ley", ha subrayado el jefe del Estado, al cumplirse la decimocuarta noche de revuelta. Una vez que eso se haya logrado, vendrá el "tiempo de la reflexión" y de "sacar todas las conclusiones", lo cual requerirá "mucho coraje y lucidez" para dar una respuesta "fuerte y rápida a los problemas de los barrios desheredados". Es el descontento de los adolescentes de estos barrios, de mayoría inmigrante, el que ha generado una oleada de violencia inusitada que incluye el incendio de miles de coches, escuelas, tiendas y centros oficiales.

Chirac ha hecho hincapié en que "hay una ley y debe ser respetada". En todo caso, se ha mostrado partidario de reforzar la igualdad de oportunidades: "Debemos responder fuertemente y rápido a los incuestionables problemas que afrontan los habitantes de los barrios deprimidos alrededor de nuestras ciudades". También ha llamado a los padres de los chavales que protagonizan los disturbios para evitar que sus hijos salgan a la calle en algarada. A su lado, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha expresado "su condena absoluta de cualquier tipo de violencia, que sólo puede tener efectos negativos". En la misma línea que Chirac, ha indicado que la "prioridad" es "el cumplimiento del orden y de las leyes, lo único que da sentido al Estado de derecho", y ha insistido en la "tolerancia cero a la violencia". A partir de ahí, "todas las medidas sociales son bienvenidas".

Nuevos altercados

En cualquier caso, las palabras de Chirac llegan cuando las medidas de excepción, incluidos los toques de queda, han logrado reducir sensiblemente los disturbios. Aún así, 482 vehículos han ardido esta noche y se han producido 203 detenciones, lejos ya de los casi 1.400 coches quemados y 400 detenciones del pasado martes. No hay heridos. El director nacional de la policía, Michel Gaudin, encargado de ofrecer el balance de daños ocasionados por los disturbios que sacuden las ciudades francesas desde el pasado 27 de octubre, ha destacado que las medidas de emergencia puestas en práctica a partir de ayer han conseguido "un importante retroceso" de la violencia, en especial en la región de París, que registra un descenso "muy, muy acusado" de las acciones violentas.

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Los disturbios en las afueras de París, que se desataron tras la muerte de dos jóvenes electrocutados, se ha detenido a un total de 2.033 personas, de las que 1.400 han sido puestas bajo vigilancia. Según Gaudin, entre el 6 y el 8% de esas personas son extranjeras. Durante su comparecencia, Gaudin ha sido preguntado por las declaraciones del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, que defendía la expulsión de esos extranjeros, y ha dicho que los informes de esas personas serán examinados "caso por caso", recordando que hay normas que impiden la expulsión de "menores solos" o de personas que vivan en Francia desde hace tiempo.

Sarkozy pidió a los prefectos, cargo equivalente a los subdelegados del Gobierno, que expulsen de forma inmediata a todos los "extranjeros condenados" por los disturbios y precisó que la medida afectaría de momento a "unos 120 extranjeros, no todos en situación irregular". Las autoridades francesas temen que se recrudezcan los disturbios este fin de semana de puente -mañana se celebra el aniversario del fin de la I Guerra Mundial-. Además, se han interceptado mensajes en Internet en los que se convoca a los jóvenes de las barriadas de las afueras de París a que "bajen" a la capital este fin de semana. Ante esta posibilidad, que está siendo estudiada por la policía, Gaudin ha dicho que se mantendrá "un denso dispositivo" policial, que incluye a unos 12.000 agentes.

Varios policías patrullan un barrio de Grigny, al sur de París.
Varios policías patrullan un barrio de Grigny, al sur de París.AP

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