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El gobernador Schwarzenegger niega clemencia a un condenado a muerte arrepentido

Stanley Williams, culpable de asesinar a cuatro personas hace 26 años, morirá esta medianoche por inyección letal

El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, no le ha concedido el perdón, por lo que Stanley Tookie Williams, propuesto para el Nobel de la Paz en varias ocasiones por sus seguidores, será ejecutado justo después de la medianoche. Williams, considerado culpable de asesinar a cuatro personas hace 26 años, fue el fundador en su adolescencia de la famosa banda callejera Crips, de Los Ángeles, pero en los últimos años se ha convirtido en todo un símbolo contra la pena de muerte.

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Schwarzenegger ha dejado para el último momento su decisión sobre si le concedía o no clemencia y conmutaba la pena capital por cadena perpetua. Esa falta de apremio ha sido calificada de "acto cruel" por Barbara Becnel, quien ayudó al preso a editar una serie de nueve libros para niños que se han convertido en una especie de Biblia contra la violencia callejera. El tribunal federal de apelaciones de San Francisco se ha pronunciado minutos antes que Schwarzenegger y también lo ha hecho negativamente, lo que significa que, salvo una inesperada intervención de última hora de los tribunales, la suerte de Williams está echada. Las primeras reacciones no se han hecho esperar.

"Me duele la decisión del gobernador de escoger la venganza en lugar de la redención", ha sentenciado el activista Jesse Jackson, una de las personalidades más activas en favor del condenado. La ejecución de Williams está prevista para un minuto después de la medianoche en el famoso penal de San Quintín, en la bahía de San Francisco, por inyección letal, tal y como estipulan las leyes californianas. A las puertas de la prisión, en las cercanías de una de las zonas más caras del país, ya están apostadas las cadenas de televisión y los oponentes a la ejecución, entre ellos los miembros de una iglesia de Berkeley que planean desplegar docenas de cruces blancas.

No tomará la última cena

El Tribunal Supremo de California echó por tierra el domingo pasado una petición de la defensa de Williams, bajo el argumento de que ya se había pronunciado con anterioridad sobre similares alegaciones. Una de las personas que testificó contra Williams tiene un historial de crímenes violentos, mientras que otro informante clave lo manipuló, argumentan sus abogados. La defensa también recordó al tribunal que California tiene pendiente de aprobación una ley para frenar todas las ejecuciones hasta 2009 ó cuando hayan concluido las investigaciones de una comisión especial que estudia los sesgos racistas del sistema judicial californiano.

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Prueba de estos sesgos, según el demócrata John Burton, ex presidente del Senado de California y autor de la propuesta, es que las personas de raza negra son una tercera parte de todos los presos del corredor de la muerte, a pesar de que son menos del 10% de la población californiana. Williams se convertirá así en el 11º preso ejecutado en este Estado desde 1992, cuando se reimplantó la pena capital después de 25 años. Mientras esperaba a que Schwarzenegger decidiera, el reo ha seguido hoy una rutina diseñada para "profesionalizar" el proceso, según el sargento Eric Messick, portavoz de la prisión, y que incluye la última cena, un menú que Williams rechazará.

"No quiero comida, ni agua, ni simpatía del lugar que me va a matar", dijo Williams en una entrevista con San Francisco Chronicle a principios de diciembre. Williams tampoco desea que nadie presencie un espectáculo "enfermo, pervertido e inhumano. Es asqueroso que un ser humano se siente para ver morir a otro ser humano", dijo. Williams fue sentenciado a muerte en 1981 por matar dos años antes de un disparo al dependiente Albert Owens, y por el asesinato de los propietarios de un motel de Los Ángeles y la hija de ambos durante un atraco, también en 1979. La mayoría de los condenados a muerte que pide perdón argumenta que la vida entre rejas los ha cambiado. En el caso de Williams, es verdad, según sus seguidores.

Stanley Williams será ejecutado esta medianoche en la prisión de San Quintín.
Stanley Williams será ejecutado esta medianoche en la prisión de San Quintín.REUTERS

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