Milicianos palestinos exigen a Israel que libere a 1.000 presos a cambio del soldado secuestrado
El brazo armado de Hamás dice que esas son sus condiciones para liberar al joven Gilad Shalit.- Haniya asegura que la ofensiva no conseguirá derribar al Gobierno palestino
Tres grupos de milicianos palestinos que han reivindicado el secuestro de un soldado israelí el pasado domingo piden a Israel en un documento titulado Declaración militar número dos que libere a 1.000 "prisioneros palestinos, árabes y musulmanes" retenidos en cárceles de ese país y que detenga la ofensiva sobre Gaza. El texto ha sido enviado por fax a varias agencias de noticias y no especifica si esas son las exigencias para liberar al joven Gilad Shalit. Sin embargo, un portavoz del brazo armado de Hamás, una de las tres facciones a las que correspondería la autoría del documento, ha declarado que sí son las condiciones para su liberación. Israel ha declarado que no considerará la liberación de prisioneros a cambio de la libertad de Shalit.
Las Brigadas Ezzedine al-Qassam, brazo armado del movimiento radical Hamás, los Comités de la Resistencia Popular y el Ejército del Islam, grupo hasta ahora desconocido, reiteran en el documento -segundo desde que el soldado fuera secuestrado el pasado domingo- la exigencia de liberar a mujeres y menores a cambio de información acerca de Shalit.
El Ejército israelí sabe que el soldado secuestrado el domingo está en buen estado de salud y recibe tratamiento de un médico palestino. Fuentes militares han dicho al Canal 1 de la televisión pública que Shalit sufre una herida en el brazo pero que, en términos generales, está bien y recibe tratamiento médico. Israel desconoce el lugar donde se halla el militar, pero considera que se halla en alguno de los campos de refugiados de Rafah, en el sur de la franja.
Además, un portavoz del Ejército israelí ha negado que otro soldado haya ido secuestrado, tal y como habían reivindicado Las Brigadas de al Aqsa (brazo armado de Al Fatah) a través de un comunicado.
Nuevos ataques
Ayer, la Fuerza Aérea israelí volvía a atacar posiciones palestinas en la franja de Gaza. Aviones israelíes dispararon varios cohetes contra un campo de entrenamiento del brazo armado del movimiento islámico Hamás en el barrio Zeitún de la ciudad de Gaza. Poco antes, aviones israelíes habían atacado también un campamento de las Brigadas del Mártir Abu Rish, en el sur de la franja. Milicias palestinas disparaban, a última hora de ayer, un cohete Kasam contra el sur de Israel, que ha caído en un campo del kibutz Nir Am, entre Gaza y la ciudad de Sderot.
Aunque de momento no hay muertos en la amplia operación israelí de castigo, llamada Lluvias de verano, al menos dos palestinos han resultado heridos en la tarde de ayer, uno en estado crítico, durante los bombardeos israelíes sobre Rafah.
La madrugada del jueves al viernes varios misiles causaron graves destrozos en el Ministerio del Interior palestino, cuyo titular, Said Siam, destacado miembro de Hamás, no estaba en ese momento en su sede. Además, F-16 lanzaron bombas sobre distintos blancos en el norte y sur de la franja con supuestos campos de entrenamiento de milicias palestinas como objetivos. Dos proyectiles causaron grandes destrozos en las oficinas del brazo armado de Al-Fatah, las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa. Por su parte, carros de combate israelíes estacionados en la frontera norte de la franja de Gaza bombardearon la principal planta que suministra electricidad al norte de la franja de Gaza, según fuentes de seguridad palestinas y testigos presenciales.
Las gestiones de Mubarak
Mientras, el primer ministro palestino, Ismail Haniya, ha asegurado que la ofensiva "va más allá del asunto del soldado" -el joven Gilad Shalit, secuestrado por las milicias palestinas el pasado domingo-, pero que no conseguirá su objetivo, y ha pedido a Israel que detenga su ofensiva. "Existe un plan premeditado contra el pueblo palestino que busca su humillación y la destrucción del Gobierno [de Hamás]", ha clamado durante la oración de los viernes.
En su primera declaración desde el comienzo el miércoles de la operación, Haniya ha dicho que "no habrá concesiones", aunque ha añadido que "trabaja para resolver el caso". El presidente egipcio, Hosni Mubarak, que actúa como mediador, ha anunciado que Hamás está dispuesta a entregar al militar bajo ciertas condiciones. En una entrevista en el periódico egipcio al Ahram, Mubarak señala que no se ha llegado a un acuerdo de momento con la parte israelí.
La entrega estaría condicionada a un intercambio de prisioneros palestinos que estén en manos de Israel y que estén a punto de cumplir sus penas. Haniya no ha mencionado ninguna condición para la liberación del soldado. En una conversación con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, Mubarak le pidió que abordara el asunto con tranquilidad y que "se tomara más tiempo para alcanzar una solución pacífica", lo que parece haber conseguido, pues, según el diario Yediot Aharonot de Jerusalén, el Ejército israelí ha congelado por el momento los planes de ocupar el norte de la franja de Gaza. La entrada de las fuerzas israelíes en las zonas de Beit Hanún y Beit Lahíe estaba programada para la noche del jueves, pero los altos mandos la suspendieron momentaneamente debido a órdenes políticas.
