López Obrador da por finalizadas las protestas y anuncia una nueva estrategia política

Tras cumplirse 48 días de resistencia civil pacífica, el ex candidato a la presidencia por la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, ha dado por finalizada las protestas por el recuento electoral en el Zócalo capitalino, aunque ha advertido de que no se va a rendir, iniciando así una nueva estrategia política. Después de pernoctar en el centro de Ciudad de México durante 44 días, desde el pasado 30 de julio, López Obrador ha abandonado la Plaza de la Constitución. Tras su marcha, el Zócalo ha quedado prácticamente vacío, ya que también han sido retirados los campamentos en casi todas las calles de la capital donde los simpatizantes de la coalición mantenían sus protestas.

El líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD) abandonó el lugar en coche pasadas las seis de la madrugada (una de la tarde, hora peninsular española) acompañado de su hijo Andrés Manuel. Antes de las once de la mañana (seis de la tarde en España), López Obrador regresó al Zócalo para la última asamblea informativa, según informa el diario local El Universal.

48 días de protestas

López Obrador, acompañado dirigentes y simpatizantes de la izquierda mexicana han mantenido 48 días de resistencia civil para exigir un recuento voto a voto de los comicios presidenciales del 2 de julio. Durante estos días, López Obrador estuvo acompañado por Jesús Ortega, su coordinador de campaña; Guadalupe Acosta, secretario general del PRD; Gerardo Fernández Noroña, portavoz; y César Yáñez, coordinador de Comunicación Social.

Nueva estrategia política

Horas después de abandonar la Plaza de la Constitución, el líder del PRD celebró su última asamblea informativa aclarando que, a pesar de abandonar el movimiento de protesta en las calles de Ciudad de México, no se va a rendir y seguirá "luchando sin claudicar". Frente a sus seguidores, López Obrador agradeció a todas estas personas hubieran permanecido durante la protesta. Asimismo, dio a conocer la que será su estrategia política a partir de ahora, que consistirá en recorrer el país para reforzar el movimiento que encabeza.

Calma en el Día de la Independencia

La celebración del tradicional Grito de Independencia en México se celebró ayer sin incidentes después de que el presidente Vicente Fox y su máximo rival, Andrés Manuel López Obrador, renunciaran a ser los protagonistas del acto en el Zócalo de la capital mexicana. Se evitó el temido enfrentamiento al no coincidir en la céntrica plaza los seguidores del gobernante conservador y los del líder izquierdista, lo que contribuyó a rebajar la tensión política.

Fox trasladó la ceremonia del último Grito de su mandato a Dolores Hidalgo (en el Estado de Guanajuato), cuna de la independencia, donde apenas hubo invitados destacados, y López Obrador renunció a dar un "Grito alterno", como era su pretensión.