El médico que trató a Castro dice que sufrió "un proceso benigno" y que está en "proceso de recuperación"

El doctor José Luis García Sabrido, que viajó el jueves a Cuba para tratar a Fidel Castro de su misteriosa dolencia, ha asegurado esta mañana en Madrid que el dictador cubano sufre "un proceso benigno que ha tenido una serie de complicaciones" y que se encuentra en "condición estable" dentro de un "proceso de recuperación lento". García Sabrido, jefe del servicio de Cirugía del hospital público Gregorio Marañón de Madrid y experto en tumores digestivos, ha subrayado que el estado de Castro, de 80 años, es "bueno" teniendo en cuenta su edad y ha desmentido categóricamente que padezca una enfermedad "maligna" como se había especulado. Castro fue sometido a una "gravísima intervención" el 31 de julio y, en opinión del doctor, no es necesaria una segunda operación.

"Soy médico y me debo a mi profesión, Castro es un paciente excepcional pero al fin y al cabo es un paciente", ha declarado el doctor sobre las críticas que ha suscitado su viaje a La Habana. Además, ha hecho hincapié en que le atendió "a título exclusivamente personal" y que su relación con la isla se remonta a muchos años atrás, aunque nunca antes había atendido a Castro. También ha contado que el mandatario, que no necesita ninguna otra intervención quirúrgica, presenta "una actividad intelectual excelente y fantástica" y que le ha sorprendido su charla y su capacidad de contar anécdotas. La rehabilitación a la que se somete Castro es, "sobre todo, muscular y nutricional". Su eventual vuelta al poder en Cuba, según el médico, es una decisión que compete al presidente "si tiene una recuperación completa". Desde julio, su hermano, Raúl Castro, dirige el país.

Aguire "lamenta" la ayuda a Castro

Sobre la posibilidad de volver a Cuba para seguir la evolución de castro, ha dicho que espera volver a tener contacto con miembros de la sanidad cubana "en las próximas semanas o meses". García Sabrido se desplazó el pasado jueves a La Habana para valorar el estado de salud de Fidel Castro, enfermo desde el pasado julio, según confirmó ayer el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, quien explicó que desde junio los servicios sanitarios madrileños han enviado diversos medicamentos a petición del Gobierno de Cuba, a través de su Embajada. Según confirmó el responsable de la Sanidad madrileña, el Ejecutivo regional seguirá "dando el apoyo, los medicamentos y la asistencia que el Gobierno cubano pueda demandar en cada momento", ya que, recordó Lamela, "el auxilio en materia sanitaria es una obligación internacional".

La que no parece muy de acuerdo con su consejero es la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, quien ha lamentado hoy que la Embajada cubana pidiera ayuda a la sanidad madrileña "para el dictador Fidel Castro", y se ha preguntado "que ocurrirá con el resto de los ciudadanos de la isla, con el resto de los cubanos y especialmente, con los presos políticos" cuando el comandante mismo, "el primero de los cubanos -es de suponer al menos para él- está enfermo y tiene que pedir ayuda a la Sanidad madrileña".

Llamazares: "Que no se pongan medallas"

Aguirre ha hecho estas declaraciones en un colegio madrileño, donde ha querido salir al paso de "algunas interpretaciones" suscitadas por el hecho de que un doctor de la Sanidad pública madrileña trate a Castro. Según la presidenta, la Embajada cubana "entró en contacto" con este doctor solicitándole sus servicios, que fueron autorizados por el gerente del Gregorio Marañón "con los gastos íntegramente sufragados de manera externa a la Comunidad de Madrid". Aguirre, que ha informado de que el doctor ya "está reintegrado a su trabajo", ha confirmado que la Comunidad está enviando medicinas a Cuba "desde el mes de junio" atendiendo a una petición de "ayuda humanitaria" que fue remitida a la Dirección General de Relaciones Institucionales de la Consejería de Sanidad.

"Nosotros damos ayuda humanitaria a todo aquel que nos la pida" ha añadido la presidenta madrileña, aunque inmediatamente despuésha lamentado que en este caso el destinatario fuera el "dictador" cubano. Sin embargo, el portavoz del PP en la Comisión de Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, ha justificado la actuación del doctor dado que "un médico no distingue en función de la ideología, del color de la piel, de la religión o el sexo del paciente". De Arístegui ha subrayado que debe cumplir el "juramento hipocrático" que le obliga a atender a quienes requieran atención sanitaria. Ha agregado que "un demócrata no le puede desear la muerte a nadie", aunque ha admitido que al dictador cubano "no le va a echar de menos nadie" cuando fallezca.

Además, el líder de IU, Gaspar Llamazares, ha asegurado que el Gobierno de Madrid no debería "ponerse medallas" por enviar un especialista a Cuba para examinar a Castro pues, en su opinión, esta región es la única donde se está "deteriorando" el sistema público sanitario por culpa de la gestión "irresponsable" del Ejecutivo de Aguirre.

El médico que trató a Castro dice que sufrió "un proceso benigno"