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El presidente de Turquía veta la reforma constitucional y agudiza la crisis con el Gobierno

Sezer se opone a la propuesta de los islamistas moderados de elegir por sufragio universal al jefe del Estado

La crisis política que ha obligado a adelantar las elecciones en Turquía ha dado hoy un paso más. El presidente de la nación, Ahmet Necdet Sezer, enfrentado al primer ministro Recep Tayyip Erdogan, ha vetado la reforma constitucional presentada por el Gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado) para elegir por sufragio universal al jefe del Estado.

La reforma, por la que se pretendía sustituir el actual sistema de elección a través de una votación parlamentaria, la impulsaron los islamistas después de fracasar intento de que fuera elegido presidente de Turquía el islamista moderado Abdulá Gül, debido a la

falta de quórum en el Legislativo por el boicot de la oposición. La modificación constitucional también contempla la reducción de dos a un tercio del número de escaños necesario para obtener quórum parlamentario.

El presidente ha justificado su veto con el argumento de que la elección directa del presidente supone "un alejamiento del sistema parlamentario" que rige en Turquía. Sezer ha explicado que tal medida requiere una reforma completa de la Constitución, además de una consultar a expertos a las organizaciones de la sociedad civil.

La elección directa del presidente es una vieja demanda de la izquierda turca, que ahora ha hecho suya el AKP porque cree que, de este modo, le resultará más fácil conquistar la jefatura del Estado. Ese cargo ha sido hasta ahora uno de los bastiones del laicismo y

por esa razón la candidatura del ministro de Exteriores Gül, un islamista moderado, suscitó el rechazo masivo de los sectores laicos del país, con el Ejército a la cabeza.

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La profunda enemistad entre Sezer y Erdogan se ha ido cimentando durante los cuatro años y medio de gobierno del AKP con numerosas iniciativas aprobadas en el Parlamento y vetadas por el jefe del Estado. El AKP ha respondido a estos vetos con duras críticas y con nuevas votaciones, sin modificar las leyes, porque la ley turca no da derecho a un segundo veto presidencial.

Segunda votación

"A partir de mañana la ley vetada será recibida por la comisión constitucional del Parlamento y el lunes o el martes podrá volver a ser votada", ha anunciado el vicepresidente del grupo parlamentario del AKP, Irfan Gündüz. Para su aprobación, el texto necesita el voto favorable de 367 de los 550 diputados de la Gran Asamblea Nacional de Turquía, algo que está garantizado si se mantiene el apoyo de los partidos de la Madre Patria (ANAP) y de la Justa Vía (DYP), también del centroderecha. Una vez que el Parlamento turco dé por segunda vez el visto bueno a la elección presidencial, el Presidente de la República contará con otros quince días para revisar la ley y mandarla a referéndum. Entonces, el Gobierno deberá convocar el referéndum sobre la reforma constitucional con un margen de al menos cuarenta días, por lo que los plazos resultan demasiado ajustados.

Erdogan ha criticado a Sezer por haber forzado el plazo de quince días que le otorga la ley para revisar las reformas e impedir así que el Gobierno pueda convocar el referéndum coincidiendo con las elecciones legislativas anticipadas del próximo 22 de julio.

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