Un informe policial alertaba de ataques contra objetivos españoles en el extranjero
Un informe confidencial de la Comisaría General de Información al que tuvo acceso EL PAÍS -cuyas conclusiones publicó en el artículo La aparición de 'yihadistas' de segunda generación desata la alarma policial en la edición de pasado 17 de junio- advertía no sólo del "alto riesgo" de atentados en España por la recta final del juicio 11-M y las amenazas de Al Qaeda. También señalaba la posibilidad de nuevos ataques terroristas dentro y fuera de España.
El informe policial, bajo el título Evolución de la amenaza del terrorismo islamista en España, analiza la situación tras los últimos comunicados de Osama Bin Laden y su lugarteniente Ayman Al Zawahiri. El texto policial califica de "alto riesgo" la posibilidad de nuevos ataques terroristas dentro y fuera de España por la obsesión de los dirigentes de Al Qaeda y de otros grupos terroristas de su órbita en reclamar Al Andalus y "liberar" Ceuta y Melilla, y por el desarrollo del juicio contra los presuntos autores del 11-M.
En el informe policial se citan conclusiones como ésta: "Las alusiones a la liberación de Al Andalus o de Ceuta y Melilla no deben ser interpretadas como una simple reiteración simbólica o genérica de amenaza, sino que, dado el número de veces que se ha aludido en los comunicados de Al Qaeda en los últimos meses a nuestro país, deben considerarse como una amenaza real y explícita". A ello se suma "la importancia del contexto en el que se ha hecho, así como a la realidad del fenómeno de extensión yihadista en el Magreb y nuestra proximidad geográfica a la zona". Los analistas de la policía reconocen que se ignora cuándo y cómo atacarán contra España, pero apuntan a "la posibilidad de ataques terroristas en el extranjero contra turistas o intereses españoles".
En 2003, varios de los 13 terroristas suicidas del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) que asesinaron a 45 personas en Casablanca atacaron el restaurante de la Casa de España y mataron a cuatro españoles.
Ahora, cuatro años después de aquel ataque el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), rebautizado como Al Qaeda en el Magreb, es para la policía nuestra "primera fuente de amenaza". La reciente alianza "formal y estrategica" de este grupo argelino con Bin Laden "convierte a España en el país occidental más próximo a Al Qaeda". Decenas de militantes de este grupo han sido detenidos en España en los últimos años.
El "colapso" en la entrada en Irak de voluntarios yihadistas procedentes de Europa y norte de África y su desvío a los nuevos campos en el Sahel africano, el regreso a España de muyahidines entrenados en esos escenarios, el riesgo de las tropas españolas en Afganistán y el aumento de la inestabilidad en el Líbano son otros factores de riesgo.